Mucho se habla de los países tradicionales productores de vino, como son Francia, Italia, España, Argentina o Chile. Todos ellos conocidos y hasta cierto punto famosos.
Hay otros que son quizá menos famosos, pero también conocidos por muchas personas, como son Estados Unidos, Australia y Sudáfrica. Pero existen otros más que son desconocidos por la mayoría (o bien, son hasta cierto punto conocidos, pero poco se sabe de sus uvas típicas, estilos y varietales).


“Una vez que hemos decidido explorar los vinos de un país, estoy seguro de que podremos encontrar grandes descubrimientos“
— Federico Ling
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En esta serie de cuatro columnas exploraremos cuatro países “desconocidos” (o de vinos desconocidos) que tienen una producción importante de vino y que muchas veces pasamos por alto, pero que vale la pena recordar y analizar. Los países de los que vamos a hablar son Grecia, China, Georgia y Cabo Verde. Y hoy empezaremos hablando de Grecia.
Situada en el mar Mediterráneo, entre el Mar Jónico y el Mar Egeo, y cuyo nombre oficial es la República Helénica, cuenta con una tradición milenaria de producción de vino (aunque como se dice coloquialmente: spoiler alert, el país donde nació el vino es Georgia, del que hablaremos en una entrega subsecuente).
A Grecia la podemos dividir en dos: la parte continental y las islas. Ambas son grandes productoras de vino y sus regiones vitivinícolas son de enorme calidad.


Grecia es conocida principalmente por sus uvas y vinos blancos, debido al clima cálido y la cercanía al mar. Las uvas más famosas son aquellas que producen vinos con sabores cítricos y frescos, con alta acidez, cuerpo ligero y un tono característico de salinidad. El más conocido viene de Santorini (Thira) y es el llamado Assyrtiko.
Este vino se exporta a una gran variedad de países y se puede encontrar fácilmente en varios establecimientos. Otros vinos blancos típicos de Grecia son aquellos producidos con la uva Malagouzia y Moschofilero. Ambos tienen un perfil de sabores de fruta tropical combinado con una acidez refrescante y sabores de limón y naranja.
Ahora bien, el gran secreto de los vinos griegos, en mi opinión, son los vinos tintos. El más conocido es producido con la uva llamada Xinomavro y puede dar origen a vinos de guarda, con altos taninos, acidez, cuerpo robusto y sabores como cuero, chocolate y madera.






Este vino se puede encontrar en varios países, pero la realidad es que Grecia también produce vinos tintos con otras uvas como Agiorgitiko, Mavrotragano, Liatiko, etc.
La clave de estos últimos es que son vinos tintos ligeros, con concentración de frutos rojos y que deben tomarse ligeramente fríos. Estos vinos combinarán de forma estupenda con la comida griega y el clima cálido marítimo. ¿Qué mejor para acompañar un gyro de pollo o puerco (allá no los hay de cordero) que un vino tinto ligero y levemente frío? Definitivamente, en este país se cumple el dicho que versa que aquello que crece junto se debe de consumir junto, o en otras palabras, el mejor maridaje para el vino de una región es la comida de la misma.
Grecia es enorme y estos son solamente algunos ejemplos de la gran cantidad de vinos que existen. Cada región tiene uvas autóctonas que podrán producir vinos de alta calidad y de variedad diversa. Lo importante es que, una vez que hemos decidido explorar los vinos de un país, estoy seguro de que podremos encontrar grandes descubrimientos. Recordemos que el vino siempre está ligado a la cultura de la gente y del país. Y Grecia le hace honor a ello.
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