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Foto. Canva.

Queso azul y lo que debes saber respecto a los hongos

Sí, tiene hongos, pero destaca como una opción culinaria versátil y nutritiva

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El queso azul, reconocido por su distintivo sabor y textura, es mucho más que un simple manjar culinario. Es rico en nutrientes, contiene una variedad de vitaminas, minerales y compuestos naturales que son beneficiosos para la salud. Sin embargo, se recomienda un consumo moderado debido a su alto contenido de grasa, calorías y sodio.

Los queseros lo elaboran utilizando un tipo de moho llamado Penicillium roqueforti. Este hongo se mezcla con la leche para iniciar el proceso de fermentación. Una vez que el queso toma forma sólida, se perfora con agujas de acero inoxidable para crear vías por las cuales pueda circular el aire. Estas vías son donde más tarde se desarrollarán las distintivas vetas de moho azul, gris o verde.

Aunque contiene moho, este no es tóxico y seguro para el consumo humano. Existen variedades de queso azul, entre las más populares se incluyen:

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-Roquefort Francés

-Stilton Inglés

-Cabrales Español

-Danablue Danés

-Gorgonzola Italiano

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Todas las variedades de queso azul son el resultado de mezclar esporas de moho Penicillium roqueforti con leche. Las diferencias entre las diversas variedades se deben a variaciones en el contenido de sal, humedad, temperatura y tiempo de maduración.

Además de su delicioso sabor, el queso azul es una excelente fuente de calcio, con 150 mg por onza. Este mineral es esencial para la salud ósea y desempeña un puesto importante en la contracción muscular y la transmisión de impulsos nerviosos.

El queso azul también contiene una sustancia llamada espermidina. Un estudio realizado en 2016 encontró que la ingestión de espermidina estaba asociada con una mejor salud cardíaca y una mayor longevidad en ratones y ratas. El mismo estudio también reveló que los seres humanos que consumían niveles elevados de espermidina en su dieta tenían una presión arterial reducida y una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Brilla por ser una arriesgada y deliciosa opción para disfrutar en una tabla de quesos, en ensaladas, o como ingrediente en diversas recetas. Su sabor único y su perfil nutricional lo convierten en una adición bienvenida a cualquier mesa.

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