Fernando Escobar | El Sol de La Laguna
Congelar alimentos es una excelente manera de prolongar su vida útil, pero hay ciertos alimentos que no deben ser sometidos a temperaturas de congelación debido a que pueden perder su sabor, textura y valor nutricional, según expertos en alimentos.
Uno de los riesgos de congelar ciertos alimentos es que la exposición al frío extremo puede causar daños o pérdida de propiedades. Además, el uso de conservantes y aditivos, que a menudo se emplean para mantener la intensidad del color en frutas y verduras congeladas, también puede plantear riesgos para la salud.
El proceso de congelación puede afectar la textura y el sabor de los alimentos de varias maneras. El profesor Fernando Ayala Zavala, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), señala que “la pérdida de valor nutricional se da en las frutas y verduras congeladas, pero más lentamente que los productos refrigerados o almacenados a temperatura ambiente; es el beneficio de la congelación lo que reduce el deterioro de los alimentos, mas no lo elimina”.
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Entre los alimentos que se deben evitar congelar se incluyen:
1. Huevos crudos en su cáscara: El líquido en su interior se expande al congelarse, lo que puede romper la cáscara. Los huevos cocidos también pueden perder sabor y volverse gomosos y duros al congelarse.
2. Frutas: Aunque es común congelar frutas, el frío extremo puede hacer que pierdan textura, especialmente aquellas con alto contenido de agua, como sandías, lechugas, pepinos y fresas.
3. Verduras crudas: Las verduras crudas también pueden perder textura y consistencia debido a los cristales de hielo que se forman al congelarlas.
4. Quesos curados y semicurados: Estos quesos, debido a su alto contenido de grasa y su pequeño grano, no deben congelarse, ya que pueden perder su textura y desmoronarse al descongelarse.
5. Productos lácteos como la crema batida, el queso fresco y el yogur: Pueden volverse granulosos al descongelarse.
En el proceso de congelación, existe el riesgo de que no se respete la cadena de frío y se desarrollen bacterias, lo que puede ser peligroso para la salud. Por lo tanto, es importante seguir pautas de congelación segura, como asegurarse de que el congelador esté a -18°C o menos, no introducir alimentos calientes en el congelador y dejar que los alimentos se enfríen antes de congelarlos.
En resumen, mientras que congelar alimentos es una excelente forma de conservarlos, es importante tener en cuenta que algunos alimentos pueden sufrir cambios significativos en textura y sabor cuando se someten a temperaturas de congelación, y en algunos casos, esto puede afectar negativamente su calidad y seguridad.