Muchas personas tienen la creencia de que el té se toma, únicamente, cuando nos sentimos mal o enferm@s y, si bien en muchos hogares de México, nuestras mamás o abuelitas nos han curado hasta un corazón roto con tés y tisanas, hoy te cuento sobre los 3 principales compuestos químicos en la Camellis Sinensis o planta del té, que tienen grandes beneficios para nuestro cuerpo ya que las hojas de té poseen 60% de producto soluble que se transfiere a la taza una vez infundido.
- Polifenoles: generalmente se dividen en taninos hidrolizables y fenilpropanoides como flavonoides, taninos condensados y lignina. Los flavonoides son antioxidantes que actúan contra los radicales libres que, en ocasiones, se acumulan en las células y dañan el ADN, los lípidos y las proteínas. Por tanto, nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, retrasar el envejecimiento e, incluso, se cree que ayuda reducir el riesgo de cáncer. En la Camellia Sinensis encontramos principalmente los siguientes flavonoides:
- Catequinas: La más abundante es EGCG (Epigalocatequina Galato) y es un antioxidante 100% más eficaz que la vitamina C y 25% que la vitamina E.
- Teaflavinos y tearubiginos: Se generan durante el proceso oxidativo, cuando las catequinas entran en contacto con la oxidasa polifenólica y los encontramos principalmente en los oolong de alta oxidación, tés negros y tés oscuros cocidos. La teaflavina da el color amarillo y es responsables de los aromas, mientras que las tearubiginas generan el color rojizo y ayudan a reducir el colesterol malo (LDL / lipoproteínas de baja densidad) del torrente sanguíneo.
- Taninos: responsables del amargor y la astringencia en el té. Dan al té propiedades cicatrizantes y antidiarreicas.
- Cafeína: es un alcaloide de la familia de las metylxantinas con propiedades termogénicas y estimulantes del sistema nervioso para mantenernos despiertos y con la mente enfocada. A diferencia de la cafeína contenida en el café que se encuentra “libre”, la del té. gracias a los polifenoles y a la l-theanina, su metabolismo es más lento por lo que el efecto en el sistema nervioso es más estable y duradero.
- L-theanina: aminoácido puede ayudar a reducir el estrés. Se absorbe en el intestino delgado, actúa sobre neurotransmisores como dopamina y serotonina y estimulan la generación de ondas alfa (se producen cuando meditamos o estamos despiertos y relajados) mejorando la concentración, memoria y capacidad de aprendizaje.
Aunque el té está lleno de beneficios para el cuerpo hay que considerar que todo en exceso puede resultar poco favorable, la recomendación diaria es de 4 tazas. Y es muy importante entender que, a pesar de que, en oriente el té es parte de la medicina tradicional, en nuestra cultura juega un papel distinto y no debemos considerarlo como un medicamento ni está destinado para tratar ninguna enfermedad.
Abrazos en taza, Denisse Díaz
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