Por Salma Lara
Comidas que suenan algo nada apetitoso, pero que llevan dentro de sí un sabor inigualable, es el ejemplo de este tipo de platillos.
En México no hay un número definido de tipos de tamales, ya que se sabe entre los mexicanos que cuando algo está elaborado con masa, salsa, carne, verduras, semillas, marisco, y esté envuelto en algún tipo de hoja para cocinarse, es un tamal.
Por ello, el ingenio mexicano y la creatividad de sus cocineras y cocineros dejan libre todas las posibilidades de crear un platillo delicioso.
Pero, ¿un tamal de pedo en Veracruz? Aunque el nombre de este platillo puede ser extraño y nada suculento, la realidad es que es uno de los más ricos que se elaboran en Orizaba.
Aunque los tamales más consumidos son los de pollo, queso, carne de cerdo o de mariscos, el tamal de pedo es típico de la zona costera, particularmente de Apazapan, Vega de Alatorre y Paso de Ovejas, principalmente.
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¿Qué es el tamal de pedo?
La curiosa razón por la que estos tamales llevan en su nombre “pedo” es por su ingrediente estrella: los frijoles. Se sabe que esta leguminosa es conocida no solo por su gran aporte nutricional, ya que es una fuente de hierro, sino porque después de consumirlos pueden provocar flatulencias, o como el lenguaje coloquial mexicano le dice “pedos”.
Además de frijoles, este tipo de tamal contiene otros ingredientes como la calabaza pipiana, aunque lo único que se usa son las semillas de pipián (llamadas así en México) o pepita verde, indispensables para darle un sabor único a estos envueltos.
Estos dos ingredientes son la base de nuestros tamales de pedo, haciendo de los envueltos una ofrenda no solo a los fieles difuntos, también a la tierra que nos da tanto, pues se une el maíz, frijoles y calabaza.
¿Cómo se preparan los tamales de pedo en Veracruz?
Aunque la sazón puede variar y las recetas de cada familia se modifican o adaptan, esta es la receta general que se realiza en Veracruz para los tamales de pedo es la siguiente:
Ingredientes
–Frijoles negros hervidos previamente (de preferencia al que se llama “frijol tierno”)
–Semillas de pipían soasadas antes (conocidas como semillas para pipián o pipiana verde)
–Tomates (es opcional, ya que algunos no lo usan en el pipían)
–Hojas de epazote limpias (algunos eligen ponerle cilantro, pero se debe elegir solo una para no revolver sabores)
–Carne de cerdo, res o pescado hervido y desmenuzada (hay quienes no agregan carne a estos tamales y usan queso de hebra)
–Masa de maíz blanca o azul (puede usarse maíz nixtamalizado si se prefiere)
–Manteca de cerdo (preferentemente fresca, no empaquetada)
–Caldo de pollo o agua (esto para revolver la masa)
–Cebolla, ajo, sal y pimienta
–Chiles secos (hervidos o remojados según se prefiera)
–Hojas de plátano soasadas (pueden hervirse si se prefiere)
Preparación
Se recomienda hacer primero el pipían, para lo cual se debe tener las semillas de pipían o pepita ya tostadas en el comal o fritas junto con el ajo y cebolla. Los tomates pueden usarse crudos o soasados y los chiles secos hervidos o fritos, algo que le da un sabor distinto a la salsa. Una vez que están listos los ingredientes, se deben licuar en el metate o licuadora.
Cuando la salsa esté lista se procede a freírse en una cazuela de barro o un cazo, esto para sazonarla al gusto, y en caso de usarse carne se puede incluir en este paso y que tome “sabor” antes de hacer nuestros tamales.
En una bandeja o tazón grande se agrega la masa de maíz para amasarla con un poco de caldo de pollo o agua para que se integre; la manteca de cerdo debe calentarse en un sartén y añadirla a la masa para comenzar a revolver ya sea con una cuchara o batidora para tener una consistencia no muy líquida ni espesa.
Para comenzar hay dos opciones: algunas personas agregan los frijoles negros hervidos (solo las “bolitas”, sin el caldo) a la masa para que se integren; otros prefieren añadir los frijoles al pipían, pero es meramente al gusto de cada quien. No olvides preparar la vaporera u olla donde se podrán a cocer los tamales.
Una vez que está lista la masa, la salsa y las hojas de plátano, se comienza a envolver. Tomando una hoja, agregando masa y expandiéndola en forma circular, después se añade la salsa y la carne o queso, para darle el toque final: una o dos hojas de epazote para el olor y el sabor.
Cuando se haya terminado de envolver, la vaporera va al fuego y se dejan en cocción de una hora a hora y media. Recuerda que para saber si nuestros tamales están listos se debe desenvolver y “voltearse” para revisar si la parte trasera está cocida. Si es así, ¡los tamales de pedo están listos para disfrutarse!