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Foto: El Sol de la Laguna

Cómo es el pan francés mexicano y por qué se convirtió en patrimonio cultural

Es uno de los panes tradicionales de Coahuila y no tiene nada parecido con la receta de París

Por Miguel Ángel Campos Pacheco y Fernando Escobar

Siempre hay panes que son muy queridos por los habitantes de un lugar, pero en el caso del pan francés, usado desde un lonche de adobada, hasta acompañando un rico menudo, ha sido tal su trascendencia que con el voto unánime de los integrantes del Cabildo de Torreón, se declaró oficialmente al pan francés como patrimonio turístico, gastronómico y cultural de Torreón. Además, se tomó la decisión de celebrar su día cada 16 de octubre.

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Fue así como se validó así el dictamen previamente establecido de manera conjunta por las Comisiones de Educación, Arte y Cultura y de Desarrollo Económico del Cabildo, en respuesta a una iniciativa promovida por la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), con el respaldo de la Dirección de Comercio y Turismo de Torreón.

Foto: Ana Luisa Guzmán / El Sol de La Laguna

Con el favor de la declaratoria del pan francés como patrimonio de los torreonenses, se consideró el hecho de que se trata de un producto gastronómico tradicional que no puede faltar en la mesa de las familias laguneras.

Sobre la fecha que en lo sucesivo estará dedicada a este producto, se optó por el 16 de octubre, ya que coincide con la conmemoración anual del Día Mundial del Pan.

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Previamente, el funcionario dio a conocer que hay datos que establecen que más del 50 por ciento de la producción de las panificadoras de Torreón corresponde precisamente a pan francés, dentro de los más de 200 establecimientos del ramo que se ubican en la región. Esto va ligado a la identidad de los torreonenses.

Dada la relevancia del acuerdo oficialmente establecido, la sesión de Cabildo celebrada este miércoles contó con la presencia de socios de la Canainpa, encabezados por su dirigente regional, Raúl Morell García, así como el titular de la Dirección de Comercio y Turismo, José Luis Téllez Montes.

Tradición que se come

Este pan tiene una historia particular en la ciudad y se ha convertido en un elemento característico de la gastronomía local, a pesar de su nombre, que hace referencia al estilo europeo.

Torreón es conocida por su tradición panadera, y muchas panaderías familiares han mantenido viva la receta del pan francés a lo largo de varias generaciones. Panaderías como la famosa Panadería La Popular y otras tradicionales de la ciudad han sido clave para mantener la popularidad de este pan. Cada panadería puede tener su propia versión del pan francés, con ligeras variaciones en cuanto a ingredientes o tiempo de horneado, lo que le da un toque único en cada lugar.

Se cree que el pan francés tiene más de 90 años en la región. Distintos relatos afirman que los laguneros le dieron el nombre de pan francés gracias al parecido que tiene la masa madre con un pan típico de Francia: el baguette.

Es por eso que se considera como una variación regional adaptada al gusto mexicano, con una corteza crujiente y un interior suave. Se cree que panaderos locales adoptaron el nombre para designar un tipo de pan inspirado en el estilo europeo, pero modificado según los ingredientes y las técnicas disponibles en la región.

Su origen no está del todo claro, pero se cree que allá, por el año 1703, un grupo de frailes franciscanos que vivían en una región pesquera de Europa, decidieron hacer un pan que imitara la forma de las conchas de caracol que pululaban en aquella región.

Tiene sus raíces en la influencia europea que llegó a México durante el porfiriato (finales del siglo XIX y principios del siglo XX), cuando las técnicas y estilos de panadería franceses y europeos comenzaron a fusionarse con la panadería tradicional mexicana. Aunque el término “pan francés” es ampliamente utilizado en México para referirse a diferentes tipos de panes, en Torreón adquirió una identidad propia.

Se dice que 200 años más tarde, Don Teófilo Fuentes Cantú, llegó a San Pedro de las Colonias y fundó la panadería ‘La popular’ una de las panaderías más conocidas para probar este manjar y donde comenzó a realizar esta receta que perdura hasta nuestros días.

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