La Villa Olímpica de París 2024 se ha convertido en un inesperado escenario de quejas y controversias, una de ellas es la comida. Atletas de todo el mundo, acostumbrados a dietas estrictas y cuidadosamente planificadas, han encontrado que las promesas culinarias de este país están muy lejos de la realidad. Entre molestias por la carne cruda, porciones diminutas y escasez de alimentos básicos, la situación ha alcanzado un punto crítico.
La idea detrás de la alimentación en los Juegos Olímpicos de París 2024 era ambiciosa y, en teoría, gloriosa. Se suponía que los atletas disfrutarían de comidas preparadas por chefs franceses con estrellas Michelin, incluyendo delicias vegetarianas y productos orgánicos locales. Con la participación de renombrados chefs como Amandine Chaignot, Alexandre Mazzia y Akrame Benallal, los organizadores prometieron una experiencia culinaria de la más alta calidad.
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Sin embargo, la realidad se especula diferente. Desde los primeros días, ha habido quejas sobre la escasez de alimentos y la baja calidad de las comidas. Andy Anson, director ejecutivo del equipo británico, señaló que la comida en la villa “no es adecuada”. La situación se volvió tan crítica que la delegación británica decidió traer a sus propios chefs y contratar a una escuela de restauración en Clichy para asegurar que sus atletas recibieran las comidas necesarias, así lo reportó The Guardian.
La crisis de los huevos y el pollo crudo
Uno de los problemas más reportados por el medio The Guardian fue la falta de ciertos alimentos básicos, como huevos y pollo. Los atletas se encontraron con porciones racionadas y carnes mal cocidas, una combinación desastrosa para quienes necesitan mantener una dieta estricta y equilibrada para su rendimiento óptimo. Sodexo Live!, el socio oficial de restauración, confirmó una “demanda muy fuerte” de ciertos productos, pero se comprometió a aumentar los volúmenes para satisfacer las necesidades de los atletas.
La situación ha provocado reacciones diversas entre las delegaciones internacionales. Los noruegos, conocidos por su sentido del humor sarcástico, se burlaron de sus anfitriones franceses. Tore Oevrebroe, jefe de misión noruego, comentó que Noruega tiene una “cultura del rendimiento” en la alimentación, y no es de extrañar que llegaran a París con expectativas altas. A pesar de las quejas iniciales sobre la calidad y la cantidad, Oevrebroe admitió que la situación estaba mejorando día a día, según reporta Reuters.
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Por otro lado, los australianos decidieron no correr riesgos. Llegaron a París con más de tres toneladas de atún, 10 mil barras de muesli y 2 mil 400 pasteles de carne, además de tres baristas listos para preparar más de 20 mil dosis de café durante los juegos. Esta estrategia preventiva asegura que sus atletas no sufran las mismas carencias que otros equipos.
La alimentación es fundamental para los atletas
Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 tuvieron intenciones nobles al diseñar el menú para los atletas. Una cuarta parte de los ingredientes se obtienen en un radio de 250 km de París, y el 20% de los productos son orgánicos. Toda la carne, leche y huevos son de origen francés, y un tercio de los alimentos ofrecidos son vegetarianos. Además, se ha planificado que todas las sobras se redistribuyan entre los necesitados y que los posos de café se reutilicen como fertilizante.
La realidad para los atletas de alto rendimiento es que sus necesidades nutricionales son extremadamente específicas y exigentes. Requieren una dieta que no solo les proporcione la energía necesaria para competir al más alto nivel, sino que también facilite la recuperación y mantenga su salud general. Esto incluye una ingesta adecuada de calorías, carbohidratos, proteínas, grasas saludables, fibra, líquidos y una amplia gama de vitaminas y minerales.
Sin duda, los Juegos Olímpicos de París 2024 son una lección sobre la importancia de la planificación y la ejecución en la alimentación de los atletas de alto rendimiento. Aunque las intenciones fueron nobles y la propuesta inicial parecía prometedora, la ejecución ha dejado mucho que desear. Los organizadores deberán aprender de esta experiencia porque esto apenas inicia y las competencias simultáneas.