Los mexicanos amamos las sobremesas, aprovechar ese momento de relajación después de la comida en el que nos consentimos con buenas charlas y deliciosos postres resulta placentero; pero si a eso le sumamos un buen vino mexicano, entonces se detiene el tiempo.
Si eres de los que crees que la sobremesa no se hace con vino y mucho menos maridarlo con postres, te retamos a que lo intentes y pongas a prueba tus sentidos con estas recomendaciones que El Consejo Mexicano Vitivinícola nos comparte.
Arroz con leche Para maridarlo recomendamos con Espuma del Valle de Bernal Rosé de Vinos San Juanito en Bernal, Querétaro.
Capirotada La mejor manera de acompañarlo es con un Lloro de Tierra de Cuna de Tierra en Dolores, Guanajuato.
Ate con queso Si buscas maridar este tradicional dulce te sugerimos Blend de Malbec, Grenache Mouvedre y Shiraz de Hacienda Florida en Coahuila.
Flan Si eres de los fanáticos de esta delicia prueba combinándola con Vino Generoso Moscatel de Bodegas Ferriño en Cuatro Ciénegas, Coahuila.
Rollo de guayaba Te recomendamos que lo marides con María Rosé de Bodega Encinillas en Chihuahua.
Jericalla Al servirla armonízala con un Espumoso Brut de Puerta del Lobo en El Marques, Querétaro.
CONSEJOS
El Consejo Mexicano Vitivinícola recomienda tener estos tres aspectos en consideración cuando vayas a maridar postres con vino:
Acidez: Un vino naturalmente ácido puede acompañar mejor los postres frutales, por tener características similares.
Intensidad: Entre más intenso sea tu postre, más intenso deberá ser el vino con el que lo marides.
Dulzura: Si escoges un vino de postre para finalizar la comida, es recomendable que este sea más dulce que el postre que vas a comer.