Viridiana Saavedra | El Occidental
Los cuchillos más exóticos de todo México se fabrican en un municipio al sur de Jalisco llamado Sayula, donde nació el señor José Ojeda Larios hace casi un siglo y que es admirado por su legado no sólo en la región sino a nivel nacional e internacional.
Su trabajo ha trascendido fronteras y la fábrica de Cuchillos Ojeda tiene reconocimiento mundial pues se dice que incluso miembros de la realeza española han adquirido cuchillos jaliscienses. Pero te preguntarás ¿qué los hace diferente? Nada menos que los materiales con que se fabrican, algunos de ellos a base de fósiles como de muela de mamut, marfil o astas de ciervo rojo.
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Hay también cuchillos cuyo mango tiene incrustaciones de piedras como lapislázuli, jade, turquesa, ala de perico, piel de rana o víbora e incluso algunos metales como el oro. Ese tipo de fabricaciones son hechas sobre pedido y al ser completamente artesanales su precio se eleva, explicó Alma Delia Villalvazo, perteneciente a la familia Ojeda, quienes tienen su tienda de cuchillos en el centro de Sayula.
“Manejamos todos los cuchillos que se puedan imaginar desde restaurantes, chefs, coleccionistas, carniceros, personas del campo y oficina. Tenemos clientes en todo el mundo”, explicó la mujer visiblemente orgullosa de representar a una de las empresas más reconocidas de todo el sur de Jalisco y del mundo.
Y es que los cuchillos que fabrican en un taller a espaldas de la tienda también han sido adquiridos por personalidades bastante queridas en México como el cineasta tapatío, Guillermo Del Toro y los cantantes de música popular Pepe Aguilar y Vicente Fernández.
Además de los cuchillos, otras de las filosas creaciones que destacan son las navajas, espadas, machetes, bastones, cubiertos y hasta estrellas ninja, las cuales son elaboradas de manera artesanal, siguiendo un proceso que inicia con el corte del acero y culmina con el pulimento del mango.
¿Cómo comenzó la tradición?
El señor José Ojeda aprendió el oficio de la herrería de uno de sus tíos quien previamente había aprendido sobre metales en el poblado de Sayula y se calcula que son 14 las generaciones de dicha familia dedicándose a trabajar con metales. A sus ocho años ya percibía algo de ingresos por su labor y años después aprendió a hacer armas de fuego con permiso del gobierno federal, pero tras la masacre a estudiantes de Tlatelolco en 1968 dejó de elaborar armas y se concentró en los cuchillos, sin saber que serían ellos los que le darían el reconocimiento mundial.
Después de varias décadas de intensa dedicación y una disciplina férrea, pulió y perfeccionó su trabajo incorporando materiales naturales provenientes de todo el país e incluso de otros rincones del planeta, como las heladas tierras de Alaska (Estados Unidos) y Siberia (Rusia), e incluso de África.
“Es una empresa que se dedica a la fabricación de cuchillos con una tradición de 14 generaciones, que se transmite de generación en generación y hay máquinas, pero todo es terminado a mano”, agregó Alma Delia.
El acero que utilizan en los cuchillos es inoxidable y son muchas las variedades, mismas que le dan filo y durabilidad como 420, 440C, 154 CM, ATS34 y S30V, así como variaciones de acero damasco, mismos que en su mayoría son traídos desde Japón, Dinamarca, Alemania, Brasil y EU.
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