Definitivamente cada ciudad de nuestro país tiene una manera diferente de pensar su comida, hay sabores y formas de expresarlos que son propios de ciertos lugares. Si tuviera que pensar en un sabor propio de la Ciudad de México, mi mente viajaría inevitablemente a esos sabores y colores de la comida callejera en esta ciudad. Desde esos puestos metálicos típicos en las avenidas de nuestra ciudad, hasta la comida de los populares mercados chilangos, en los que sabiendo buscar, uno puede encontrar verdadero oro gastronómico. Y es justamente un mercado a donde quiero llevarte, a uno de esos lugares en los que la gastronomía chilanga nos regala una joya de la comida callejera por excelencia.
No recuerdo si fue mi papá o mi abuelito quién me llevó por primera vez a las gorditas de chicharrón del Mercado Hidalgo, en una de sus esquinas existe un local digno de visitar al menos una vez en la vida, Gorditas Samy.
Lo sé, el Mercado Hidalgo puede que no sea para principiantes inexpertos en el arte de perderse por las calles de la ciudad, pero para aquellos aficionados a dejarse llevar por la ciudad es un lugar al que hay que ir sí o sí.
¡Ya estamos en WhatsApp! Recetas, comida y muchas recomendaciones culinarias podrás encontrarlas en nuestro nuevo canal. Únete aquí.




No hay forma de pasar de largo el local en cuestión, una piscina de manteca hirviendo llena de gorditas recién hechas y una cubeta plástica que contiene una salsa color marrón serán las señales de que has llegado al lugar correcto. Aquí aunque hay distintas opciones de rellenos para las gorditas, tienes que ir directamente por la clásica de chicharrón, no dudes ni vaciles, en la de chicharrón está lo que estás buscando.
Te puede interesar:
– Verdad o mito: ¿Existe la adicción al picante?
– El comer picante, no es exclusivo de México
– ¿Roja o verde? El ritual de elegir la salsa para los tacos
Pero si hay algo por lo que esta garnacha es realmente distinta a cualquier otra en la ciudad, es su salsa. No solo la salsa, la cantidad de salsa con la que finalizan esta obra maestra culinaria. La señora encargada de voltear y retirar las gorditas de la manteca, que a simple vista da para deducir que lleva haciendo esto por bastante tiempo, pero uno solo descubre que ella realmente disfruta de su trabajo cuando no se mide ni un poco en la cantidad de salsa que deja caer dentro de tu gordita, literalmente sería una gordita ahogada, sino fuera porque toda esa salsa en la que podría nadar la lleva por dentro. Y por si fuera poco, aún tienes la opción de echar más salsa en tu mesa en caso te resulte poca la cantidad de salsa con la que te la entregan. Unas gotas de limón y listo, a disfrutar de este delicatessen chilango en su máxima expresión.


“Aquí se cumple y excede con creces aquella máxima mexicana que dicta que un restaurante o puesto callejero, es tan bueno como sus salsas”
—Fernando Dávila
Si me preguntaran, esta salsa sabe a la Ciudad de México, a sus sabores comunes, a sus barrios y mercados. Me acerqué a la señora para preguntar qué chiles utiliza para hacer su salsa, sabiendo perfectamente que existe un código oculto que dicta que es casi una falta de respeto preguntar la receta de una salsa. Aún con la desfachatez de preguntar los secretos comerciales, la señora cordialmente me dijo que utilizaba chile cuaresmeño y me regaló una sonrisa amable que me dejó bastante satisfecho con la respuesta, aún sabiendo que la lista de chiles utilizados debe ser mayor. ¿Y lo mejor? Sí pica. Aquí poco les importa, y qué bueno, que el nivel de picor que se experimenta en ciertos puntos de la ciudad sea cada vez menor, para ellos la salsa debe ser abundante y picante, y como se agradece. Este es un caso en el que la salsa es aún mejor que el platillo mismo, me atrevería a decir que la gordita, a pesar de ser realmente buena, es el pretexto y medio de transporte para llevar esa salsa hasta nuestros paladares. Aquí se cumple y excede con creces aquella máxima mexicana que dicta que un restaurante o puesto callejero, es tan bueno como sus salsas, más allá de lo que quiera que en ellos se sirva. Este lugar incluso demuestra que con una buena salsa hasta tu platillo estrella queda relegado al segundo sitio.


Los mexicanos somos así, las salsas nos vuelan la cabeza, las salsas definen qué tanto disfrutamos o no de nuestra comida, y sobre todo, definen en muchos casos el éxito o fracaso de un negocio. Si eres un aventurero gastronómico en busca de experiencias chilangas no te pierdas probar estas gorditas alguna vez, déjate llevar por los sabores de nuestra ciudad y haz felíz a tu corazón con una buena salsa roja de chile cuaresmeño digna de campeonato.
Gorditas Samy
Dirección: Av. Dr. Balmis y, Dr. Arce s/n, Doctores, Cuauhtémoc
Sigue a Fernando en redes sociales y comenta esta columna. Lo encuentras en @thechiliculture