Dentro de la oferta nocturna y en bares que existen en la ciudad, surge un espacio muy íntimo, acogedor y que te invita a dejar afuera las prisas con una carta protagonizada por tres clásicos: el negroni,el martini o la champaña. Se llama El Tigrillo, y es el resultado de meses de investigación para hallar versiones que no necesitan decoración; recetas sustentadas por una amplia experiencia en Ensenada, que proviene de una familia, que entre muchas otras cosas, producen vermuts con las hierbas de Baja California.
Se ubica dentro de El Tigre Silencioso y está detrás de una cortina negra que cobija precisamente al pequeño tigre, un espacio que recuerda justo a las características felinas: juguetón y con ímpetu explorador. Además, con una esencia generosa pues un grupo de amigos (y la familia D’ Acosta ) encontró la receta del vermut perfecto, lo embotelló y decidió compartirla con todos los comensales que deciden visitarlos.
A decir de Daniela D’Acosta, socia y directora de bebidas del lugar, el proceso fue muy escénico pues cada integrante del equipo interpreta su papel, pero es hasta que la obra se ve que existe.
“Nos gusta trabajar con productos que hablan por sí mismos. El protagonismo lo tiene el licor: el vermut, la ginebra y la champaña correctos. Lo demás es acompañamiento.” compartió.
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¿Qué probar en el bar El Tigrillo?
Empecemos por el negroni, un trago clásico que surgió en Italia por ahí del año 1919, pero que está en apogeo en nuestro país. Aunque sirven ocho versiones distintas, uno de los favoritos es el Sbagliato con pet-nat, de la bodega familiar; además, el Black con cold brew o el Cherrigroni, con jarabe de cerezas negras.
“La carta de negroni está muy pensada en que, dependiendo del vermut o la ginebra y con la receta que se pida, va a tener la propia personalidad de El Tigrillo”, nos compartió Daniela al respecto.
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Luego, el martini. Hay siete opciones que van desde el clásico a uno largo (para los que buscan algo refrescante). Sorprende el de bergamota y el sucio de Alcaparrón. Es un trago elegante que se toma con calma.
“El clásico es un punto de partida, pero el bergamota puede reflejar bastante bien cómo por dónde vamos en El Tigrillo”, comentó Daniela.
Respecto a la champaña, es complaciente. Encontrarás seis opciones que puedes pedir por botella o copeo, propuestas francesas con especificaciones detalladas sobre el “terroir”, es decir suelo, clima y producción. Además, tienen tres espumosos invitados, de Francia, Cataluña y, por supuesto, Valle de Guadalupe. Todos oscilan entre los 20 a 42 meses reposando sobre lías, que les permite enaltecer aromas, estructura y sabor gracias a las proteínas que desprenden. Una experiencia que no puedes perderte.
Y la comida que acompaña al negroni, el martini o la champaña no se quedan atrás; para empezar, hay botanas con complementos imperdibles como un plato con hueva de trucha que lleva crema ácida, cebollín, chips de papa, crema de eneldo y huevo de codorniz. También hay shishitos toreados o aceitunas con queso ramonetti. Si tienes un poco más de hambre, no descartes la slider de Wagyu y la tostada de trucha.
Cuándo y dónde
Colima 159, Roma Norte. Abren de jueves a domingo, de las 18:00 a las 2:00 am
Redes sociales: @el_tigrillo__
Ideal para… reunión con amigos, un día después del trabajo y/o celebrar un logro.
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