Shinrin-yoku, baños de bosque, es una práctica sumergirse en la magia del bosque para recargarnos de energía con la finalidad de aumentar la salud emocional y física… ¡Imagínate esto acompañado de una apapachadora sesión de té, la cita perfecta contigo mism@.
Si bien esta práctica de conexión con la naturaleza es milenaria, el término Shinrin-Yoku se acuñó en Japón en 1980 con la finalidad de combatir el agotamiento por el abuso en el uso de la tecnología e inspirar a la población a conectar con la riqueza de la madre Tierra.
Estamos en Facebook, súmate a nuestra comunidad porque si se come, se cuenta. Aquí te damos el chisme gastronómico completo: tendencias, lugares, personas y platillos.
No se trata solo de caminar por el bosque, sino de absorberlo con todos los sentidos de forma consciente. Según Amos Clifford, fundador de Association of Nature and Forest Therapy en California, “se trata de tomarse el tiempo para notar lo que vemos, respirar profundamente, sentir el contacto con el aire, las texturas de las hojas, escuchar el viento entre los árboles, oír los pájaros”, definitivamente una práctica meditativa que nos recarga de energía vital, y un ritual personal de té nos ayuda a conectar y absorber la atmósfera del bosque.
“Personalmente, disfruto mis prácticas de shinrin-yoku acompañada de mis dos perritos y, en ocasiones, de amigos y familiares… “
Te comparto algunos consejos para este momento que seguramente disfrutarás tanto como yo.
-Elige un té que te haga feliz, que te dé paz o que quieras conocer. Puede ser alguno que conozcas perfectamente y que te resulte reconfortante o algo nuevo o retador en cuestión sensorial que te mantenga alerta a cada estímulo. Mis favoritos de confort: shou pu’er que conecta con la tierra y matcha para conexión con el corazón.
Foto. Cortesía Denisse Díaz.
-Destina un día tranquilo, en el que no tengas que correr ni apurarte. Yo elijo los fines de semana.
-No te dificultes el momento. Opta por un kit de viaje; el resto del chaxi o espacio para hacer el té lo dará la naturaleza misma.
-Abraza un árbol, camina descalzo, tírate en el pasto y observa el cielo entre los árboles, háblale a la madre Tierra mientras tomas el té.
-Evita usar audífonos o llevar bocina; deja que el canto de la naturaleza te acompañe.
-No juzgues el momento, no pienses en el futuro ni en el pasado. Disfruta lo que estás viviendo, eso que jamás volverá a repetirse y que tu corazón está listo para recibir.
Según los estudios japoneses, practicar Shinrin-Yoku tiene grandes beneficios: regular la presión arterial, fortalecer el sistema inmunológico, reducir estrés y ansiedad y mejorar la salud del corazón.