Dentro del abanico de nuevas opciones en el mapa gastronómico de la CdMx, destaca la propuesta de Rufus, un espacio que alberga el Corredor Álvaro Obregón, y que abrió hace unos meses para deleitar a sus comensales con el resultado de diarios de viajes alrededor del mundo, experiencias sensoriales e ingredientes de alta calidad.
“Rufus es un restaurante que viene a redefinir qué es la cocina italiana en la Ciudad de México. Nuestra intención es hacer algo completamente diferente. No hay clásicos, pero sí se respetan los ingredientes y técnicas italianas de las familias, de las nonnas. Es un propuesta diferente y fresca”, explica el chef Omar Gómez un talento joven mexicano con una trayectoria que ha dejado huella en la gastronomía. Nacido en Sonora y formado en el Claustro de Sor Juana, su pasión por la cocina lo ha llevado a trabajar con destacadas personalidades de la industria como José Ramón Castillo y también a especializarse en la producción de chocolate en La Casa Tropical de Héctor Galván.
Tras liderar Primos por nueve años y crear la heladería de autor Nómada, el chef decide emprender. Este espacio fusiona la técnica italiana con una visión contemporánea influenciada por sus viajes a ciudades como Londres, Madrid y Nueva York.
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¿Qué puedes encontrar en el menú de Rufus?
“La intención del proyecto es que vengas a comer una vez a la semana, o una vez al mes, entregando precio – calidad”, explicó el chef. Es así que desean mantenerse entre las primeras opciones de sus clientes, al ser un espacio honesto en cuando a precio, calidad y propuesta, pues utilizan la mejor materia posible e incluso tienen proveedores que también surten a los mejores restaurantes de la ciudad.
El menú está adaptado respetando la temporalidad de los productos, garantizando así una cocina en constante evolución, de igual manera, está ideado para compartir, así que te sugerimos pedir un poco de todo y poner al centro.
Algunas de las opciones que te sugerimos pedir, son: de entradas el kampachi, con cacahuate, ponzu, y serrano, y el pulpo, con romesco, feta y ‘nduja. Seguido por la pasta con pesto, pistache y stracciatella, una milanesa de res y ensalada de hinojo. Para ir cerrando la parte salada, sí o sí tienes que probar la pizza napolitana fermentada por 72 horas. Aquí se sirve fría y la puedes enrollar como un taco para una experiencia diferente. El mood en el que vayas, dictará el sabor, pero te sugerimos la de tomate, ajo, stracciatella y pesto de pistache.
Para acompañar la experiencia no olvides maridar con alguna de sus selecciones de vinos, que puedes pedir por botella o copa, o con algún coctel, que van desde el clásico negroni, hasta un gin tonic o carajillo.
Y para coronar la noche, un imperdible es el el helado de pistacho que tiene base de cheesecake (para que tomes un pedazo de cada uno al comer). Si buscas algo más tradicional, también tienen tiramisú.
Rulfo tiene todo para posicionarse en los paladares más exigentes de la ciudad con su twist contemporáneo. Aventúrate a conocer este lugar donde la cocina italiana se redescubre, con un equilibrio perfecto entre tradición y vanguardia.
Reserva aquí.
Instagram: @rufusmexico
Dirección: Av. Álvaro Obregón 43
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