Antes de montar a caballo y dirigir las tropas revolucionarias, Emiliano Zapata Salazar, el jefe suriano de la Revolución Mexicana, tenía una cita obligada con el atole de ciruela, una bebida que entonces, como ahora, se preparaba con frutos silvestres de la región.
“A él debían hacérsela con ciruela agria, porque esa sí soltaba lo agrio”, dice María Elena Estrada, habitante del municipio de Yecapixtla, quien aprendió la receta de su madre.
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Un testimonio histórico
El testimonio histórico de Herlinda Barrientos Velasco, hija de Laureano Barrientos, quien fuera compadre y compañero de trabajo de Emiliano Zapata, arroja luz sobre las preferencias gastronómicas del Caudillo del Sur. En el libro “Con Zapata y Villa: tres relatos testimoniales”, publicado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, Barrientos da cuenta de las bebidas que disfrutaba Zapata.
“Tenía un gusto muy particular por los atoles que su esposa preparaba en un cazo de cobre del que yo pensaba que era de oro por lo limpio y bruñido que estaba”, relata en el texto “El compadre Don Emiliano”.
El paso del tiempo ha modificado algunos aspectos de la bebida tradicional. Zapata, por ejemplo, la prefería endulzada con piloncillo, pero hay quienes, como María Elena, prefieren prepararlo con azúcar. La ciruela criolla, aunque cada vez más difícil de encontrar en la región, es un componente esencial. “Es lo que le da el sabor”, dice.
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La bebida formaba parte de la dieta diaria de Zapata. De acuerdo con el testimonio de Barrientos, el desayuno típico consistía en “un jarrito de leche o atole y gorditas picadas con crema o jocoque”. El líder revolucionario tomaba sus alimentos en una mesita chica, sobre una servilleta “blanquísima, bordada con sus iniciales y orillada con tejido de gancho”.
El documento revela, además, otros gustos culinarios del Caudillo: entre sus platillos preferidos se encontraban el mole de olla con cecina y honguitos de masa, los tacos de longaniza asada o frita, la salsa de tomate con guaje y los frijoles de la olla, siempre acompañados de tortillas hechas a mano y queso elaborado en casa.
Atole de ciruela, bebida favorita de Emiliano Zapata
Ingredientes:
-Agua
-Canela
-Masa de maíz
-Ciruela criolla
-Endulzante al gusto
Preparación
La preparación del atole de ciruela comienza poniendo a hervir agua con canela. Mientras tanto, en un recipiente aparte, se deshace la masa de maíz en agua fría hasta que quede bien disuelta. Una vez que el agua con canela está hirviendo, se vierte la masa disuelta, pero debe colarse para evitar que pasen los grumos o “la cabeza del maíz”.
“Es importante mover constantemente la mezcla para evitar que se formen grumos”, advierte María Elena.
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Cuando el atole está hirviendo, se agregan las ciruelas y se endulza al gusto. Se deja cocer hasta que las ciruelas estén bien cocidas y hayan soltado su sabor en la bebida. Se sirve caliente, y nada como disfrutarlo en un jarrito de barro.