Claudia Landeros – El Sol de La Laguna
Cuando Francisco I. Madero estaba en Francia con su hermano Gustavo, escribían a sus padres que extrañaban mucho las tortillas de harina, el cabrito y los dulces de leche con nuez, típicos de algunas regiones del norte del país.
Sin embargo, el desayuno preferido de los dos eran las migas norteñas, pero se dice que no podían hacerlas en Francia, ya que no tenían tortillas, ni chile, ni frijoles.
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Los hermanos Madero vivieron cinco años en Francia, primero solos y después con su familia, según el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, de la Secretaría de Educación Pública.
“Originalmente, las migas norteñas venían de España y eran como migajas de bolillo con salsa de ajo, tomate, revueltas con huevo y aquí en México, se empezaron a hacer con tortillas y se volvieron algo típico, sobre todo en aquellos años de la Revolución Mexicana”, explicó Mike Sánchez, chef con especialidad en cocina urbana, lagunera y Latinoamérica.
Es decir, este platillo se adaptó a lo más típico de nuestro país que son las tortillas y es un desayuno muy básico para los mexicanos, principalmente en el norte del país; son tortillas doradas y revueltas con huevo, que también pueden tener alguna variación, como agregar salsa mezclada, pico de gallo o algún otro ingrediente. Se suelen acompañar únicamente con frijoles ya que viene la tortilla incluida.
Un platillo fácil y práctico
Las migas son muy sencillas y fáciles de preparar, además los ingredientes son básicos en la cocina mexicana y económicos. “Es lo más rápido y muy común en los hogares laguneros para atender rápido al marido, a los niños y para ‘matar el hambre’ y es algo que se consume mucho en los hogares del norte del país”.
Este platillo no es tan común verlo en los restaurantes dentro del menú, es algo más elaborado en casa entre las familias; en los desayunadores tradicionales de la región Lagunera de Coahuila y Durango, se consume más la tortilla frita con salsa y queso, acompañada de alguna proteína que puede ser huevo y se pone encima, con frijoles y se conoce como chilaquiles, pero las migas no es un alimento tan comercial, es una preparación más de casa, hogareña.
Solo hay que poner trozos de tortilla a dorar en una sartén con aceite y menearlas constantemente hasta que estén doraditas o dependiendo del gusto de cada persona. “En este caso yo le voy a poner un toque especial, un poco de color mexicano con tomate y cebollita para darle un poco más de sabor; una pizca de sal”.
Se bate ligeramente el huevo en un recipiente y se sazona con un poco de sal, puede agregarse un toque de pimienta y posteriormente se vierte el huevo sobre la tortilla frita; después de mezclar se mueve un poco hasta que esté cocido y quede listo para servir.
Puede acompañarse con unos frijoles y con una tradicional salsa de molcajete para realzar el sabor del platillo.
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