Erika Reyes / El Sol de Puebla
Ya sea de granos, semillas, raíces, hierbas o frutas, los licores artesanales aportan beneficios a la salud que se relacionan con los compuestos antioxidantes que poseen, pero además, su sabor puede despertar recuerdos asociados a la infancia o de la vida familiar, que enriquecen nuestra vida y nos conectan con el mundo que nos rodea.
De ahí que Añoro Licores, haya recibido ese nombre, y lleve dos siglos deleitando paladares con toda la tradición de la familia Pereda.
Añoro Licores, es un producto poblano 100% artesanal que se elabora con ingredientes naturales de calidad, sin químicos ni conservadores. A pesar de que la tradición de elaborarlos se ha visto interrumpida en el tiempo, Fabiola Pereda, integrante de la cuarta generación, retomó esta costumbre familiar.
“Seguimos utilizando las recetas heredadas desde 1817, son nuestro patrimonio familiar. Hace siete años mí mamá y yo retomamos la tradición. Comenzamos con pocos productos, anís, rompope, pero hemos idos desarrollando nuevos sabores, ahora tenemos licores de línea como el de anís, de cacao, de chile poblano, carajillo, el rompope de cajeta y de temporada como el de chile en nogada o el de calabaza; también manejamos mezcales”, detalla Fabiola Pereda quien es mercadóloga y publicista.
Refiere que el nombre de “Añoro” surgió de ver la reacción de las personas al probar sus licores, porque al probarlo, todas las personas hacían comentarios acerca de su niñez, de su familia eran añoranzas que los trasportaban a recuerdos memorables.
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Experiencia en el paladar de Añoro
Lo que diferencia a Añoro Licores de otras infusiones como estas, es que son productos gourmet y para su elaboración, la familia Pereda emplea productos 100% naturales que al degustar cualquiera de ellos se sienten de forma intensa en la boca.
“Cuando pruebas nuestros licores sientes de inmediato el sabor intenso del fruto o del grano que utilizamos para elaborarlos, el sabor del alcohol queda en segundo lugar; además no utilizamos esencias naturales o colorantes para hacerlos, como nuestra competencia que en su mayoría solo utilizan saborizantes artificiales con alcohol y azúcar que se preparan en 5 minutos. Nos hemos encontrado muchos así en ferias, mercados o bazares. Fácil de tas cuenta por los colores chillantes de sus licores, casi fluorescentes, colores que la naturaleza no logra”, señala.
“Nuestro nicho son personas con paladares exigentes, con un nivel cultural y socioeconómico que les ha permitido conocer, viajar, y acostumbran tomar digestivos, que son la mayoría de productos que manejamos. Nuestro producto estrella es el anís, todas las personas que lo compran regresan siempre por otra botella”, asegura.
Pereda explicó también que el tiempo de maceración de la base de su producto es de mayor tiempo para lograr el sabor intenso del ingrediente principal. El único conservador natural que lleva, es el alcohol.
Fabiola se ha atrevido a experimentar con sabores exóticos, que nadie maneja como el de chile poblano que es un éxito entre los chefs y las personas que se dedican a la cocina, o el de calabaza, y ahora el de chile en nogada.
Manejan una gama de 23 sabores como el de anís, yolixpa (infusión de hierbas) carajillo, pasita y licor de almendras, café, cacao; crema de limón y de menta; además de rompope tradicional, de cajeta, de especias; mezcales de anís, espadín, almendras, maracuyá e higo; y los de temporada como el de ciruela, capulín, chile poblano, calabaza y chile en nogada. En presentaciones de 750 ml, 250 ml, y 60 ml.
¿Cómo consigo los licores gourmet?
Síguelos en sus redes sociales: Añoro Licores en Facebook, @anorolicores en Instagram. Pedidos al 5549407656. Entregas en la Ciudad de México y Puebla.
Misión de Añoro
Las recetas de los licores de Añoro fueron heredadas a los papás de Fabiola por su tía abuela. Su padre los comenzó a elaborar para tener una entrada extra. Los vendía entre sus conocidos, pero cuando falleció, hace 24 años, se perdió la tradición.
A Fabiola le comenzó a entrar la inquietud por retomar la tradición de elaborar los productos hace algunos años, primero su madre se negó pero después recapacitó y accedió, ella era la que tenía el conocimiento así que su aportación era indispensable.
El emprendimiento de Fabiola no ha sido fácil, han tenido que sortear algunas dificultades, pero la razón principal por la que la familia ha resistido muchas adversidades es porque descubrieron que su hermana mayor padece esquizofrenia, una enfermedad mental incurable que es costosa y requiere atención personalizada.
Ahora su misión es inyectar de positivismo y energía para que su empresa para que rinda frutos y en un futuro próximo fundar una asociación para ayudar a pacientes con esta enfermedad, que asegura, que en sistema de salud del país no existe un hospital o asociación que mantenga en condiciones dignas a estos enfermos.
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