Fabiola Caballero | El Sol de Tlaxcala
Un estudio hecho por una experta del Instituto Politécnico Nacional ha demostrado que la cascara de mango de la variedad Ataulfo contiene compuestos que poseen propiedades cicatrizantes.
Los estudios in vitro e in vivo en un modelo animal, dirigido por Lesslie Espinosa Espinosa, comprobaron además que, este desecho de la industria alimentaria, posee actividad antibacteriana, antioxidante y antifúngica.
A partir de la cáscara de este fruto, la cual fue sometida a un proceso de maceración, se obtuvo un extracto para sanar heridas agudas superficiales en menor tiempo que el requerido en una remodelación natural.
¡Ya estamos en WhatsApp! Recetas, comida y muchas recomendaciones culinarias podrás encontrarlas en nuestro nuevo canal. Únete aquí.
“Estas propiedades son muy importantes, ya que al proceso de cicatrización pueden afectarlo diferentes factores, como alguna infección bacteriana. Es por esta razón que a partir de corroborar que el extracto tiene efecto antimicrobiano decidimos probarlo en un modelo murino (ratones cepa CD1)“.
Te puede interesar:
- Si te sientes vulnerable en un bar, hay tragos clave con los que puedes pedir ayuda
- Millesime: Premiados, chefs y todo lo que debes saber
- La comida más popular de Zapopan ya tiene su recetario; aquí los platillos que incluye
Detalló que se realizó una incisión a los roedores para simular una herida quirúrgica. Asimismo, le aplicaron el extracto disuelto en gel al 10% durante 14 días y durante ese tiempo realizaron evaluaciones cotidianas. A partir del día ocho, la herida ya estaba cerrada, pero al realizar el estudio histológico determinamos que las dos capas (de piel) estaban completamente cerradas en el día 11.
Y es que de manera natural, la recuperación de una herida, la cual incluye las dos primeras capas de la piel, se realiza de 14 a 30 días, por lo que se concluyó que el extracto (de la cáscara) coadyuva a la cicatrización de piel en menor tiempo que el que lleva el proceso natural sin complicación de alguna infección.
El siguiente paso, según la experta, será establecer pruebas para determinar la toxicidad del extracto. Es por esta razón que se continuará con estudios a niveles preclínicos con el propósito de conocer su seguridad. “Después de obtener esta información se realizarán pruebas clínicas en pacientes para un posible tratamiento”, indicó.