Maribel Sánchez / Diario de Xalapa
Aunque a nivel mundial Suiza es referencia de la cultura quesera, a solo 25 minutos de Xalapa hay una pequeña comunidad donde también los quesos y distintos derivados lácteos mueven a una sociedad y a su economía. Se trata de La Joya.
Con cientos de visitantes diarios, número que aumenta en días festivos y vacaciones, en esta comunidad del municipio de Acajete, Veracruz, hay oportunidad de disfrutar una gran variedad de quesos, con el extra de estar en una zona boscosa de pinos, oyameles y cedros blancos.
Ya sea que el traslado se haga en autobús o vehículo particular, la experiencia inicia con la observación de la zona de montañas y niebla, donde pastorean vacas y cabras. El otro atractivo son los viveros de pinos.
Una vez en La Joya, a 2 mil 160 metros sobre el nivel del mar, es posible conocer a familias que durante décadas se han dedicado a la producción de lácteos y conservan antiguos métodos de elaboración artesanales.
Aunque son muchas las opciones, “Doña Amparito” y “Liz” son los negocios más visitados. Hay viajeros con destino a Perote, Puebla, Tlaxcala y Ciudad de México que únicamente hacen parada en estos lugares para llevar sus quesos, flanes, pays, mantequilla o natas.
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Además de estas alternativas, están otras más que mantienen clientes fieles, ya sea por los quesos, yogures, natillas y arroz con leche, o por los distintos platillos que deleitan el paladar, con jugosos cortes cocidos a las brasas.
Las opciones para comer en La Joya son igual de diversas que sus tipos de quesos, pues así como hay chuleta de cordero, costilla de cerdo y arrachera, también hay quesadillas, mixiotes de borrego, caldo de gallina y humeante pancita acompañada de cebolla y limón.
La Joya también destaca por la elaboración de postres como panes de nata, empanadas de requesón y de crema pastelera, además de pays de queso, de queso con piña, de jamón con queso y suaves cocoles y panqués de requesón.
Quesos y más quesos
Entre los tipos de quesos que se elaboran en la zona están el de hebra, fresco, añejo, gouda, cotija, panela, asadero, ahumado, botanero, manchego, provolone, parmesano, port salut y mozzarella, solo por mencionar algunos.
Quien se anime a visitar La Joya debe saber que hay negocios que muestran con orgullo su certificado de calidad de leche, como la proveniente del “Rancho El Salto”, a solo 20 minutos del pequeño corredor comercial.
Los dueños aseguran que se trata de leche de vacas alimentadas a libre pastoreo con forrajes especializados, leche con alto contenido de ácidos grasos omega 23 que previenen obesidad, diabetes, protegen el sistema cardiovascular y promueven la función antiinflamatoria.
Con esta leche se elaboran los productos lácteos de “Liz”, que dice tener la misión de beneficiar la salud de los consumidores por ser un alimento funcional.
Se estiman que los orígenes de este lugar datan entre los años 1500 y 1600 en el que entonces era conocido como “Camino Real”, pues desde entonces conectaba al puerto de Veracruz con la hoy Ciudad de México.
¡Lánzate a conocerlo!
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