Desde siempre se ha mantenido entre los mitos y realidades de la cocina, si el pollo debe lavarse o no antes de cocinarlo, ante lo cual hay ambas versiones sobre la mesa. Y esta acción común en los hogares ha cobrado popularidad en los últimos días derivado que se le relaciona con el Síndrome de Guillain-Barré, del cual se reportan ya varios casos en Tlaxcala.
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¿Qué es el Síndrome de Guillain-Barré?
Este síndrome puede afectar a los nervios que controlan los movimientos musculares, pues ataca parte del sistema nervioso periférico, así como a los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles.
Se trata de una afección rara y, si bien puede afectar a personas de todas las edades, es más frecuente en adultos y en personas de género masculino.
Diagnóstico
Para diagnosticar que una persona tenga el síndrome, se deben realizar estudios y análisis por personal médico especializado. Según la Organización Mundial de la Salud “Puede practicarse una punción lumbar o una electromiografía para recopilar información complementaria, pero no se debe retrasar el tratamiento para realizarla”.
Toda persona que se considere que puede haber contraído el síndrome de Guillain-Barré debe ser objeto de un estrecho seguimiento que vigila la aparición de dificultades respiratorias.
Alimentación
Según el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, no existe una relación directa entre el síndrome y los alimentos, pero podría existir una asociación sobre todo con la carne de pollo.
Esto se debe a las condiciones en las que se cría el pollo, la presencia de bacterias además de la contaminación ambiental que puede estar la carne.
¿El pollo se lava o no?
El ingeniero en Bioquímica, profesor en el Tecnológico Nacional de México, campus Santiago Papasquiaro, y generador de contenido, Rafa Carbajal, señaló que el pollo no se lava, de lo cual ya había insistido a sus seguidores de TikTok. Según explica, de los casos que se reportan en Tlaxcala, en ocho se ha encontrado infección con campylobacter jejuni, precisamente una bacteria a la cual se le encuentra en la superficie del pollo crudo.
Ante ello, trasciende que autoridades sanitarias de esta región tienen la sospecha que el pollo es el origen de estos casos positivos a este síndrome.
“El riesgo de infección por la bacteria campylobacter jejuni aumenta por comer pollo mal cocido o al momento de lavar el pollo. Cuando al pollo le cae el chorro de agua, se producen aerosoles, que también distribuyen por toda tu cocina las bacterias que estaban en la superficie del pollo”.
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Si bien al momento de llevarlo a cocer, las bacterias se mueren, las que quedaron esparcidas en el área siguen vivas. Y si consumes un alimento crudo en el que hayan caído, puede resultar la infección.
Rafa Carbajal explicó que los síntomas de esta infección son: adormecimiento de los dedos de manos y pies, fatiga, dificultad para moverse, movimientos involuntarios, y en casos extremos, parálisis total.
“Procura consumir pollo en buen estado, lávate bien las manos, y consume agua purificada”.
Principales síntomas
Debilidad muscular progresiva. Generalmente comienza en las extremidades inferiores y puede extenderse hacia arriba, afectando los músculos de los brazos y la parte superior del cuerpo. La debilidad puede ser simétrica en ambos lados del cuerpo.
Sensaciones anormales. Puede incluir hormigueo, entumecimiento o dolor en las extremidades.
Dificultad para caminar o realizar movimientos finos. La debilidad muscular puede dificultar la capacidad para caminar, levantarse de una silla o realizar tareas que requieran destreza manual.
Problemas de coordinación y equilibrio: Pueden experimentarse dificultades para coordinar movimientos, lo que puede manifestarse como tropiezos o caídas frecuentes.
Dificultad para tragar o hablar: La debilidad muscular puede afectar los músculos utilizados para ingerir alimentos o líquidos, o para articular palabras con claridad.
Problemas respiratorios: En casos graves, la debilidad muscular puede afectar los músculos utilizados para respirar, lo que puede requerir asistencia.
Aumento de la frecuencia cardíaca o presión arterial baja: Cambios en la función autónoma pueden provocar cambios en la frecuencia cardíaca o la presión arterial.
Ojo: Es importante destacar que estos síntomas pueden variar significativamente de una persona a otra y pueden empeorar rápidamente. Cualquier persona que experimente síntomas similares a los mencionados anteriormente debe buscar atención médica inmediata, ya que el SGB puede ser potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.
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