Mónica Vargas | El Sol de Tlaxcala
Entre elegir la fruta más fresca, abandonar el refresco sin gas y quitarle el migajón al pan se van a la basura recursos naturales, fuerza laboral y ¡mucho dinero!
El Banco de Alimentos de México, institución dedicada a rescatar alimentos para combatir el hambre y mejorar la alimentación de la población vulnerable de nuestro país, señala en su informe 2021 que un tercio del alimento que se produce en México se desperdicia, esto equivale a treinta y ocho toneladas por minuto; sin embargo, durante la época decembrina podría incrementarse hasta 10 %.
Entre las razones por las cuales se explica este fenómeno destaca la desorganización al comprar productos, elegir el menú y el número de platillos a utilizar, pues vivimos bajo la creencia de que “más vale que sobre a que falte”. Desafortunadamente, el desperdicio de alimentos no es un tema aislado; tiene implicaciones económicas, sociales y ambientales.
El costo ambiental
Cuando desperdiciamos alimentos, también desperdiciamos toda la energía y el agua que se requieren para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empacarlos. Y si los alimentos llegan a parar en el vertedero y se pudren, producen metano, un gas de efecto invernadero aún más potente que el dióxido de carbono, de acuerdo con la World Wildlife Fund (WWF).
Para ponerlo en el imaginario, las cifras de desperdicio de comida anual registradas por el Banco de Alimentos de México son equivalentes a la contaminación generada por 16 millones de vehículos en un año.
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El costo social
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) calcula que los mil 300 millones de toneladas anuales serían suficientes para alimentar a tres mil millones de personas en el mundo.
Cuando se desperdicia un plato de comida, van implícitos los recursos económicos empleados. En ese sentido, el costo de los alimentos se mantiene en una producción cada vez menos accesible a poblaciones marginadas a la vez que el desecho va al alza.
El costo de la economía familiar
Las fiestas decembrinas para la mayoría representan un desembolso importante. Al preguntar, cuál es la prioridad en las compras, 66% de los mexicanos reconocieron a la comida como la protagonista de las fechas el año pasado, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Entre la variedad de platillos y bebidas, casi siempre hay un margen de error respecto a cuánto puede comer una persona. En ese sentido, la Profeco sugiere elaborar un presupuesto para planear mejor los gastos. De esta manera, es menos factible salirse de balance y realizar compras con anticipación para evaluar la calidad de un producto a otro. Recuerda, no siempre lo más caro es lo mejor.
Propuestas antidesperdicio del Banco de Alimentos de México
-Planificar tus compras y comidas para que no adquieras ingredientes de más.
-Considerar que las fechas de consumo preferente y de caducidad son distintas.
-El consumo preferente es una recomendación para que los alimentos sepan lo mejor posible.
-La fecha de caducidad es un referente de cuando hay que evitar comer los alimento.
-Procurar almacenar tus alimentos en un área fresca, seca y con poca luz.
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