Cuántas veces no hemos escuchado que un caldo de huesos ya sea de pollo, res o puerco es un gran remedio para cuando los enfermos, pero ¿que tan cierto es todo esto? ¿realmente funciona o son solo creencias que han pasado de generación en generación? Aquí te lo explicamos:
De acuerdo con el Centro de Estudios en Nutrición del Dr. T. Colin Campbel, se cree que los beneficios para la salud que se le atribuyen al contenido del caldo, es porque se filtra a partir de los huesos hervidos, incluyendo el colágeno, la médula ósea, los aminoácidos y los minerales.
Además, un estudio realizado por la dietista británica Elsie Widdowson y el profesor Robert McCance pediatra del norte de Irlanda reveló que la composición nutricional del caldo de huesos con vegetales es una fuente con muchos nutrientes, pues las verduras aumentan el contenido de diversos nutrientes importantes, como el potasio, el calcio, el magnesio y el hierro.
Y aunque no existe evidencia alguna de los los beneficios de consumirlo, lo cierto es que si se complementa con otros alimentos puede aportar en mayor media a la salud.
Entre los beneficios ( no comprobados) están:
- Mejora la digestión: Por su alto contenido en gelatina y colágeno ayuda con los jugos gástricos y repara las paredes del intestino.
- Refuerza el sistema inmunológico: Ayuda a hidratar porque da minerales importantes que restablecen este sistema.
- Ayuda a la salud bucal: Los dientes necesitan de minerales como el calcio y magnesio para mantenerse fuertes y sanos.
- Mejora la salud ósea: Porque es rico en glucosamina y condroitina.
- Ayuda al crecimiento capilar, y fortalece las uñas: Por su gran contenido de colágeno, gelatina y minerales.
Receta del caldo de huesos
Ingredientes
- 1 ½ kilo (o más) de huesos de animal de su preferencia ( pollo, res, puerco)
- 1 cebolla mediana, cortada
- 6 dientes de ajo, picados
- 2 hojas de laurel
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- agua filtrada
- 1 cucharadita de sal
- Opcional: Perejil fresco, pimienta, y verduras picadas
Preparación
- Si los huesos están crudos y no han sido cocinados previamente, es preferible dorarlos por unos 30 minutos a 180 grados en el horno antes de colocarlos en la olla. Pero si los huesos provienen de un pollo o pescado que ya ha sido cocinado, este paso puede ser evitado.
- Colocar los huesos en la olla, el agua filtrada dejando unos 4 a 5 cm hasta la parte superior de la olla, y el vinagre.
- Dejar que repose (sin encender el fuego) por unos 20 a 30 minutos ya que el acido del vinagre ayuda a que los nutrientes de los huesos se vuelvan más disponibles.
- Colocar las cebollas, los ajos, sal, y las hojas de laurel en la olla.
- Poner a cocinar a fuego alto por 1-2 horas. Luego, bajar la temperatura para seguir con la cocción.
- Durante las primeras dos horas, es importante revisar el caldo y posiblemente remover la espumilla que se habrá formado.
- En los últimos 30 minutos de cocción se podrían agregar hierbas frescas como perejil, para dar mas sabor al caldo.
- Remover del fuego y dejar que se enfríe. Con un colador, remover los huesos y vegetales.
- Refrigerar o congelar
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