Si practicas yoga o algún otro tipo de ejercicio, debes saber que es necesario mantener una alimentación saludable para obtener energía necesaria y cumplir propósitos establecidos.
Aunque esta nota la enfocaremos más a los que realizan yoga. Para empezar hay que saber que entre algunos de los beneficios esta práctica destaca que reduce la presión arterial, disminuye el estrés, ayuda a dormir, así como mejora la coordinación y digestión.
Para poder aprovechar todos estos nutrimentos es importante mantener un balance y tener una dieta alta en fibra, vitaminas, grasas buenas y azúcares naturales.
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El yoga y su alimentación
Dentro de los ocho principios éticos de la yoga, el primero es Ahimsa o No Violencia, que consiste en abstenerse de hacer daño o generar sufrimiento: “… a ingesta de alimentos saludables para nuestro cuerpo, la consciencia sobre el impacto de nuestro consumo, el discernimiento sobre qué pensamientos aceptamos y cuáles no, son prácticas que nos acercan a este principio de no violencia”.
Lucía Liencres, fundadora del primer estudio de yoga online en español THECLASSYOGA, desde su blog personal afirma que ”la práctica de yoga está directamente relacionada con la alimentación, pero no solo con un tipo de nutrición vegetariana o vegana, sino con un estilo de vida íntegro que te permite estar en equilibrio contigo mismo y con tu entorno, a nivel físico, mental y espiritual”.
El doctor Dharma Singh Khalsa en su libro “La alimentación como medicina” desarrolla las bases de lo que llama terapia nutricional yóguica, la cual consta de seis principios que son:
- Desintoxicar el cuerpo.
- Optar por lo biológico (ecológico/orgánico).
- Limitar o eliminar el consumo de alimentos manipulados genéticamente.
- Comer proteínas limpias.
- Descubrir los jugos y los suplementos.
- Conciencia al cocinar y presencia mental al comer.
Bien dicen que eres lo que comes, y si deseas mantener una conexión más espiritual y compromiso con el yoga, podrías comenzar a cambiar hábitos alimenticios. Lucía también cuenta que “La intuición marcará el camino. Poco a poco te iniciarás en el comer consciente, y eso te llevará necesariamente a una dieta saludable”.
La clasificación de los alimentos
Existen dos clases de alimentos que se debe disminuir su consumo o evitar, y esos son:
Alimentos rajásicos: Son aquellos que estimulan y aumentan la actividad.
Ejemplo: Alimentos salados, muy calientes o picantes. Destacan el pan blanco o refinado, alcohol, azúcares refinados, especias, cebolla, ajo y rábano. Aportan energía, pero alteran el sistema nervioso.
Alimentos tamásicos: Estos desaceleran la mente y adormecen los sentidos.
Ejemplo: Alimentos fritos, pasta, pan, conservas, pescado o carne (no frescos) y fruta muy madura o muy verde, así como condimentos fuertes (vinagre). Son productos muy procesados que causan enfermedades como la depresión y que restan energía.
Y también está la selección de los que se debe comer en abundancia:
Alimentos sátvicos: Ayudan a mantener el cuerpo en la salud y lejos de la enfermedad.
Ejemplo: cereales, frutas, verduras, legumbres, tubérculos, frutos secos, semillas, lácteos, miel y agua natural. Mejoran las funciones del cerebro produciendo mayor capacidad de memoria y concentración. Aportan energía.
Alimentos para mejorar la rutina de yoga
- Verduras de hoja verde
- Lentejas
- Cacao
- Frutos rojos
- Quinoa
- Tofu
- Avena
- Agua de limón
- Frutas
- Crema de cacahuate
- Quinoa
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