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¿Quién inventó los moldes para hacer galletas? Qué pase por su premio

Simbolos, pasajes históricos, religión y sabor, es algo de lo que enarbola esta historia

Quien no ha utilizado un molde para hacer galletas, panes, así como varios artes de la panadería y repostería para darle un toque de personalidad, sorprender a los invitados o generar comestibles decorativos para tu fiesta.

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Estos utensilios tienen una curiosa, larga y fascinante evolución e historia que se remonta a las antiguas tradiciones culinarias y a la evolución de la repostería a lo largo de los siglos.

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Su origen está relacionado con el desarrollo de la elaboración de galletas y con los avances en las herramientas de cocina que permitieron crear formas decorativas, pero que en el fondo eran perfectas para hacer registros históricos y simbólicos de ciertos acontecimientos que se festejaban o celebraban.

Según los libros, The Oxford Companion to Sugar and Sweets (2015) de Darra Goldstein (ed.), Historic Pastry Moulds in Chinese Culture y otros más cuentan más detalles sobre esta fascinante historia.

Asia, punta de lanza

La repostería ha existido en China desde hace miles de años. Este arte culinario chino no sólo comprende abundantes ingredientes y excelentes tecnologías de producción, sino que también se integra con las costumbres populares locales, como los festivales del país, los 24 períodos solares chinos y las ofrendas.

En este caso representan un valor simbólico tangible, ya que por muchos años se elaboraron para definir una amplia gama de épocas y algunas se remontan a la dinastía Tang. A menudo presentan diseños inspirados en leyendas, festivales y símbolos culturales chinos como la felicidad y la longevidad.

En Yu Xiaoguo se encuentra un museo de moldes de repostería, situado a orillas del Gran Canal Beijing-Hangzhou, expone más de siete mil piezas de moldes de repostería antigua que abarca más de mil años de historia, desde la dinastía Tang hasta los tiempos modernos.

Por otro lado, el concepto de usar moldes o herramientas también se dio en la antigua Grecia y Roma, por ejemplo, se sabe que utilizaban moldes de cerámica o metal para hacer figuras de pan o dulces para ceremonias religiosas y representar ciertas escenas, por lo que se le daba un valor de registro de la historia. Sin embargo, estos eran más rudimentarios y no específicamente diseñados para galletas como las conocemos hoy.

Edad Media y primeras formas de galletas

Durante la Edad Media, las primeras formas de galletas, que a menudo eran versiones más simples de panes dulces, se elaboraban para festividades religiosas y celebraciones importantes.

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En Europa, estas galletas solían estar asociadas con la Navidad, y eran preparadas con especias como el jengibre y la canela, ingredientes que llegaron a Occidente a través de las rutas comerciales, donde es probable que también algunos moldes que se utilizaban en esta época para galletas o pan de jengibre, en su mayoría estaban hechos principalmente de madera y se tallaban a mano.

Los panaderos utilizaban estos moldes para presionar la masa y crear formas decorativas, justo como en el proceso de la imprenta china, que podían representar figuras religiosas, animales o patrones geométricos. En algunos casos, los moldes de galletas medievales tenían una función simbólica y hasta mágica, ya que las figuras talladas podían representar creencias o proteger contra la mala suerte, pues se creía que en algunas ocasiones, comer ciertas figuras otorgaban poderes o incluso defensa ante males de ojo además de ser ungidos o bañados en rituales para darles poderes a los alimentos.

El surgimiento del pan de jengibre decorado

Por otro lado, uno de los antecedentes más directos de los moldes para galletas modernos proviene de la tradición del pan de jengibre (gingerbread). En los siglos XVI y XVII en Europa, especialmente en Alemania y Reino Unido, se popularizó la creación de figuras de pan de jengibre decorado con moldes tallados. Estas figuras, que solían representarse en forma de personajes bíblicos, reyes o animales, se vendían en ferias y mercados y se usaban para celebraciones como la Navidad o festividades reales.

La primera ocurrencia documentada de galletas de pan de jengibre con forma humana se dio en la corte de Isabel I de Inglaterra. La reina regalaba a las visitas importantes galletas de pan de jengibre parecidas a ella.

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El uso de moldes de madera o arcilla en estos panes especiados se extendió en las colonias europeas de ultramar, convirtiéndose en una tradición muy arraigada en lugares como Nuremberg, Alemania, donde las galletas de pan de jengibre se convirtieron en un símbolo de la ciudad. Eventualmente, estas figuras decorativas comenzaron a hacerse no solo en pan de jengibre, sino también en otras galletas más simples.

Moldes de galletas en la era victoriana

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En el siglo XIX, con la revolución industrial, los moldes para galletas empezaron a evolucionar de una forma más artesanal a una producción en masa. La industrialización trajo consigo la fabricación de moldes de metal, como el estaño, lo que permitió a los panaderos y hogares de clase media acceder a herramientas para hacer galletas en diversas formas.

Durante la época victoriana en Inglaterra, las galletas y otros dulces horneados eran una parte importante de las reuniones sociales, especialmente con el auge de la costumbre del té de la tarde.

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Los moldes de metal permitieron a los reposteros cortar la masa de manera más precisa y rápida, creando formas más complejas que las que se podían lograr con moldes de madera tallada a mano. Fue en este periodo cuando comenzaron a aparecer moldes de galletas con formas como corazones, estrellas y flores, que son comunes hoy en día.

La popularidad en América del Norte

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En América del Norte, los moldes para galletas se popularizaron a mediados del siglo XIX con la llegada de inmigrantes europeos que trajeron sus tradiciones de repostería. En particular, los inmigrantes alemanes tuvieron una gran influencia, ya que muchas de sus costumbres, como el pan de jengibre y las galletas navideñas, incluían el uso de moldes.

Durante el siglo XX, la fabricación de moldes para galletas continuó evolucionando, con el desarrollo de moldes de metal más duraderos y resistentes. Además, se empezaron a comercializar moldes con una gran variedad de formas, desde figuras navideñas hasta formas relacionadas con la Pascua o Halloween, lo que permitió a las personas decorar y personalizar sus galletas de acuerdo con las festividades.

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Moldes de galletas modernos

Hoy en día, los moldes para galletas están hechos de diversos materiales, como acero inoxidable, plástico, silicona o cobre, y se utilizan en todo el mundo. Existen moldes para galletas con diseños personalizados, lo que permite a los panaderos y aficionados a la repostería crear galletas con formas para cualquier ocasión.

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El uso de moldes para galletas se ha convertido en una parte integral de la repostería casera y profesional. La creación de galletas decoradas es una actividad popular en festividades como la Navidad, el Día de San Valentín y Halloween, donde los moldes en forma de árboles, corazones y fantasmas son muy comunes.

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