A veces, la vida necesita un toque de irreverencia y ¿qué mejor manera de darle sabor a tus platillos que con un buen tequila? Sí, leíste bien. Este elixir mexicano no solo es para margaritas y fiestas, también puede ser el protagonista de tus recetas culinarias. Para explorar esta fascinante y sabrosa tendencia, entrevistamos a Karina Sánchez, una experta en tequila, quien nos comparte sus mejores recomendaciones y secretos.
¿Platos principales o postres? Karina que también es embajadora Don Julio, nos explica que se puede maridar con alimentos dulces o salados, dependiendo de la clase de tequila que estemos utilizando y del maridaje que queremos crear. Por ejemplo, el Don Julio Blanco es ideal para pescados y mariscos. “Me encanta con un sashimi de atún, o incluso un ceviche que no sea demasiado ácido. También, un delicioso guacamole le va muy bien,” Para los postres, recomienda Don Julio 1942 con un postre de chocolate amargo o un mole, gracias a su complejidad de ingredientes.
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La versatilidad del tequila en la cocina es sorprendente. Los tequilas reposados o añejos son perfectos para postres y salseados para carnes rojas, mientras que los tequilas blancos se usan en salsas para pescados. “Todo depende del tipo de sabores y texturas que queremos resaltar en nuestros platillos,” explica.
Utilízalo como ingrediente
Entre las técnicas culinarias que se benefician más del uso de tequila, el flameado y el marinado son las más comunes. Sin embargo, Karina destaca la importancia de disfrutar el tequila como un acompañamiento de los platillos para apreciar plenamente sus sabores, aromas y texturas. “He visto con mayor frecuencia el flameado y el marinado, pero sigo siendo una fan de que el tequila sea un acompañamiento de nuestros platillos, para poder disfrutar en su totalidad sus sabores, aromas y texturas”, señala.
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Al cocinar con tequila, es importante recordar que es inflamable, así que hay que tener cuidado al manipularlo. Un error frecuente es diluir su sabor al combinarlo con ingredientes inadecuados o en cantidades incorrectas. Conocer el perfil del tequila (sabores, aromas y texturas) y la técnica adecuada es clave para evitar estos errores. “Es importante conocer el tipo de ingredientes que combinaremos, así como el perfil del tequila y la técnica que emplearemos para lograrlo”, advierte la experta.
Con qué va mejor
En cuanto a las carnes, las notas son determinantes. Generalmente, los tequilas reposados y añejos se llevan bien con carnes rojas. Karina menciona que, en el caso de Don Julio Reposado, tiene una nota de agave dulce distintiva que debe mantenerse viva en el platillo, “La clave está en que las salsas no estén demasiado especiadas para lograr la armonía entre el tequila y el platillo.”
El tequila puede tener más de 600 congéneres, lo que significa una gran variedad de notas aromáticas. Las notas cítricas y herbales complementan al blanco, mientras que las notas ligeramente especiadas y dulces son perfectas para el reposado. Para tequilas añejos como el Don Julio 1942, los sabores de chocolate amargo y frutas tropicales como piña, mango y plátano son excelentes. “El tequila puede tener una gran variedad de notas aromáticas, por lo que la combinación, dependiendo de cada variedad, puede ser muy extensa,” explica Karina.
Finalmente, Karina Sánchez prefiere hablar sobre cómo el tequila suaviza o intensifica las sensaciones del paladar cuando se marida con alimentos. “Un tequila puede suavizar las sensaciones del paladar o hacerlas más especiadas o ligeramente amargas.” Entonces hay que jugar con estas característica a la hora de elegirlo como un ingrediente esencial de las preparaciones, aunque como acompañante es más que magistral.