Pese a que las chinches sufren de mala fama por sus actividades alimenticias, no todas son malas, hay países donde algunas especies que consideradas manjares.
Estos insectos, en su versión comestible, contienen proteínas y nutrientes, que incluso los han llevado hasta las cocinas gourmet.
La clasificación a la que pertenecen las chinches se llama hemípteros y sí, se comen, pero no todas. Te contamos más.
La entomofagia, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es el consumo de insectos por los seres humanos y se practica en muchos países de todo el mundo, pero principalmente en regiones de Asia, África y América Latina. Se cree al rededor de mil 900 especies son aptas para meterlas al plato.
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Según un conteo de la FAO, reportado por la empresa Jiminis de comercialización, los hemípteros son el quinto insecto consumido en occidente con un (10%), solo superdado por los escarabajos (31%), los lepidópteros (18%), los himenópteros (14%) y los ortópteros (13%)
Bon Appetit
Algunos ejemplos de chinches que se consumen en ciertas regiones son:
De agua (familia Belostomatidae): En algunas partes de Asia y América del Sur, son también conocidas como “escorpiones de agua” o “chirimachas” y se consumen después de ser cocidas o asadas. Se consideran una fuente de proteínas y nutrientes en la dieta de algunas comunidades.
De tierra (familia Coreidae): Algunas especies de chinches de tierra se comen en regiones de África y Asia. En algunos lugares, se fríen o cocinan de diversas formas. A este grupo pertenecen los xamues, tantarrias o cocopaches.
De bosque (familia Pentatomidae): En algunos países asiáticos, como Tailandia, se pueden encontrar chinches de bosque en los mercados locales y se preparan como parte de la dieta tradicional. A este grupo pertenecen los jumiles.
Si estás interesado en consumir chinches u otros insectos como alimento, es crucial asegurarse de que provengan de fuentes seguras y estén preparados adecuadamente.
Además, las regulaciones sobre la venta y el consumo de insectos pueden variar según la ubicación geográfica, por lo que es importante conocer las normativas locales antes de intentar comerlos.