Por Arled Jarillo
La caña es una planta tropical de tallo cilíndrico macizo formado por nudos y puede llegar a medir hasta cinco metros de altura y seis centímetros de diámetro. Durante la época navideña, es uno de los ingredientes protagonistas para la elaboración del rico y tradicional ponche. También es utilizada como relleno de las piñatas en las posadas.
Aunque su principal uso es en la producción de azúcar, también es empleada como abono, alimento animal y en la fabricación de papel. Con su jugo se produce el alcohol industrial y el empleado para fabricar las bebidas alcohólicas. Su consumo de manera natural es recomendable al ser una de las principales fuentes energéticas más económicas para los humanos.
El origen
Esta planta es originaria de Nueva Guinea, una isla al norte de Australia, y se cultivó por primera vez en el Sureste Asiático y la India occidental. En el año 775 se cultiva por primera vez en España y después, durante la conquista, llega a nuestro país, siendo Veracruz el primer lugar donde se cultiva. Actualmente este estado es el primer productor nacional de caña, ocupando el segundo peldaño Jalisco.
¿Por qué es bueno agregarla a nuestra alimentación?
La caña de azúcar, además de tener un alto contenido de calorías y carbohidratos, también contiene calcio, potasio, hierro, magnesio, vitaminas (B2, B3, B6 y B9) y minerales (zinc, fósforo, sodio y selenio.
Otra razón por la que su consumo es recordable es que los ácidos alfa hidroxi que contiene contribuyen a mejorar nuestra salud e hidratación de la piel. Al ser antioxidante, retrasa la oxidación de las células, favorece la circulación sanguínea y, por su agradable sabor se agrega a medicamentos para que puedan ingerirse.
Variedades
Existen cuatro variedades de caña y son:
Criolla: Fue introducida en España por los árabes en el siglo VIII; es la variedad que Hernán Cortés trajo a México y la que más se cultiva en nuestro país. Contiene una gran cantidad de sacarosa y es muy jugosa.
Cristalina: el aspecto de su tallo es lo que le da este nombre; sus canutos están cubiertos de una capa de vello blanquecino que le dan brillantes reflejos; el verde de sus hojas es más oscuro que el de las otras variedades. Veteada: tiene una gran resistencia al frío; su agradable aspecto rayado de amarillo y rojo violeta la distinguen de las demás variedades.
Violeta: como su nombre lo indica, sus tallos son de color violeta y las hojas de un intenso verde. Es la que menos jugo tiene y se seca rápidamente.
Tips para comprarla
Al momento de adquirir la caña considera los siguientes aspectos:
Su tallo debe tener un color verde pálido o amarillo claro con marcas de color marrón-rojo; la carne debe ser de color blanco lechoso y jugosa. Si su tallo presenta grandes grietas o manchas negras y su carne es oscura o seca, lo mejor es que no la compres. Revisa los extremos para ver si están secos o si la carne se oscurece, lo que haría que el sabor no sea tan bueno.