Por Mary Carmen M. Ávila
Las celebraciones de Año Nuevo están a la vuelta de la esquina, un festejo que, a parte de incluir el brindis, la cena y los abrazos con tus seres queridos, también los famosos rituales para atraer la abundancia y la buena fortuna no pueden faltar, siendo la degustación de las 12 uvas uno de los más comunes, pero, sabes en realidad ¿por qué las comemos a media noche, al despedir el año viejo?
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Y es que, en muchas tradiciones de estas fechas se involucran los alimentos, pues así como en Italia se acostumbra a comer un plato de lentejas estofadas tras las campanadas del reloj para atraer fortuna y en Grecia se cocina un gran pastel al que se le coloca una moneda de oro o plata para que llene de suerte el futuro de quien la encuentra en su plato, en México, Portugal y algunos países de Latinoamérica, se realiza el ritual de las uvas.
Es por eso que, en vísperas del Año Nuevo, te explicamos cuál es el origen de esta famosa tradición que, además de crear optimismo y felicidad, también genera un momento agradable al lado de tus familiares.
Existen diferentes versiones sobre el inicio de esta tradición de comer las 12 uvas en Año Nuevo y ambas remontan su origen en España; la primera se originó en la década de 1880, en 1882 para ser más específicos, pues según diarios de esa época, a fin de imitar a los franceses, la clase burguesa solía beber champán y comer uvas durante la cena de Nochevieja.
No obstante, un grupo de madrileños decidieron ironizar esta tradición acudiendo a la Puerta del Sol -una de las plazas más famosas de Madrid- para comer uvas acompañados del sonido de las campanadas, y muy probablemente como ironía o burla, consumir esta fruta al igual que la clase alta.
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Otro de los orígenes se dice que sucedió en el año 1909, cuando los productores de la ciudad de Alicante, España, tuvieron una muy buena cosecha de uvas, por lo que los agricultores decidieron venderlas como “Uvas de la suerte”, y las personas decidieron guardarlas para la cena de Año Nuevo y comerlas momentos antes de que se acabara el año.
Luego de que esta tradición española se trasladara a distintos países del mapa, hoy en día muchas personas realizan el ritual de comer 12 uvas durante las primeras campanadas del Año Nuevo, como símbolo de la abundancia.
La tradición marca que, al momento en el que den las 00:00 horas del 1 de enero, es decir, a la media noche, las personas deben de comer 12 uvas; cada una representa un deseo, o en su defecto, un propósito para el nuevo año.
En este sentido, se también se cree que las uvas simbolizan los 12 meses del año, por lo que, se supone que debes de comer todas en un minuto, es decir, una por cada campanada del reloj; si bien es difícil hacerlo, lo cierto es que si logras comerlas todas en 60 segundos, tendrás buena suerte todo el año, además de que es un buen augurio, ya que tus deseos se pueden cumplir para el siguiente 2023.
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