De suadero, tripa, campechanos, pastor, ojo, lengua, carnitas, barbacoa, el taco placero, hasta de cabeza, birria, y cachete, no importa de que te gusten, lo cierto es que los tacos son el ADN del mexicano y no hay quien se resista a comer sólo uno.
El 31 de marzo del 2007 se designó como El Día Nacional del Taco, gracias a la campaña de una televisora mexicana para promover este icónico platillo, sin embargo, esta festividad ha ido tomando más fuerza con el paso del tiempo, debido a que los tacos tienen gran protagonismo en nuestra cultura y en el resto del mundo.
Conoce su historia
La costumbre de comer tacos es muy antigua, data de la época prehispánica, donde se cocinaban sobre piedras calientes, de ahí que las tortillas hechas a mano sean un manjar para el paladar y se rellenaban de lo que tuvieran, desde frijoles, sal y si había suerte de alguna proteína.
Hoy en día, los tacos son todo un símbolo de identidad nacional y considerados por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
De acuerdo con el INEGI hay un total de 115 mil taquerías en el país y en la Ciudad de México el 94% de la población vive a sólo cinco minutos de una y se estima que 5 de cada 10 mexicanos lo consumen al menos una vez a la semana.
Por su sabor, no es de extrañar que el taco sea el rey de nuestra gastronomía, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) indica que en México se producen alrededor de 22.3 millones de toneladas de tacos al año.
Así son los tacos
Es uno de los platos más fáciles de la cocina mexicana, pues sólo consiste en una tortilla de maíz o de harina, la cual se enrolla con casi cualquier alimento desde carne, embutidos, mariscos, verduras, o de lo que se te antoje.
Lo mejor, es que tiene que acompañarse con un toque picante, para eso, las salsas son la mejor opción y en todas sus versiones, verde, roja, de chile morita, habanera o guacamole.
El favorito de los chilangos
Aunque tenemos gran variedad y estilos de tacos, desde los fritos y los suaves, o los de “amor-dida” y hasta los llenadores, es verdad que existe un favorito, de acuerdo a una encuesta realizada por Aderezo a los vecinos de la colonia Petrolera en la Alcaldía Azcapotzalco, seis de diez dijeron que el de pastor es uno de sus consentidos.
“Puedo pedir de cualquier otro sabor, pero mis cinco tacos al pastor no pueden faltar”, nos dijo Liset Morín.
Para la señora Adriana, un taco al pastor debe ser el estrella de la taquería, “la carne tiene un sabor diferente, y se debe acompañar de una salsa que pique y que esté bien hecha, que de verdad le dé el sabor a taco”.
Alexis de la Cruz, compartió, que los tacos al pastor le traen un gran recuerdo y por eso son sus favoritos, “mi primer sueldo lo gasté con mi abuelita, la invité a cenar unos tacos al pastor, mientras veíamos el partido del Cruz Azul vs América, puedo decirte que fueron los mejores tacos que he comido en mi vida”.
Bien dicen, que en gustos se rompen géneros y hasta para comer tacos, hay formas y estilos, un ejemplo es el ritual de Hugo Molina, quien al llegar a su taquería favorita ubicada en el Cuadro de Santa Mónica, Estado de México, siempre pide tres campechanos y dos de suadero, los pide con todo: cebolla, cilantro, les pone mucho limón y salsa verde, y aún con un poco de espacio en el estomago, deja al final a sus favoritos, los tacos de pastor.
“Aunque hay muchos, el pastor es el más popular de todos, aunque hayas comido de otros, siempre hay espacio para un buen taco al pastor, yo los dejó al último porque son como mi postre, lo más ricos y lo que me faltaba”, dijo.
Asimismo, Julieta Carbajal, mencionó que los de pastor son únicos, “como de todo, pero si voy a una taquería y no como de pastor es como si no hubiera ido, de verdad que tienen un sabor diferente a los de suadero o costilla, y depende cómo ande de antojo, una gringa también puede ser opción”.
¿Sabías esto de los tacos al pastor?
- Los primeros tacos al pastor se dieron a conocer en 1966 en un pequeño local de la colonia Condesa en la Ciudad de México, y fueron creados por la señora Concepción Cervantes, mejor conocida como Doña Conchita, fundadora de El Tizoncito
- Los originales fueron preparados con cabeza de lomo de cerdo marinado, que, hasta la fecha, se siguen haciendo de la misma manera, agregando ingredientes secretos y cocinando todo al carbón.
- La forma del trompo donde va la carne al pastor tomó inspiración del juguete tradicional mexicano “el trompo”, agregando una cebolla en la parte de abajo, simulando que es la punta del juguete.
- Se acompañan con piña, ésta le da un toque agridulce perfecto para que lo puedas disfrutar y se preparan con tortilla pequeña, del tamaño de la mitad de la palma de una mano.
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