Por Nancy Álvarez
El sueño de José Arriola apenas comenzaba en febrero de 2020 al contar con la oportunidad de salir de México y hacer sus prácticas profesionales en las islas Canarias en España.
Después de cursar la licenciatura en Gastronomía en la Universidad Tecnológica de Hermosillo, con esfuerzo, ilusión y el apoyo de su familia y amigos logró cumplir su anhelo de conocer otro país, su cultura y sabor, pero lo que nunca imaginó fue que la pandemia provocada por el Covid-19 cambiaría su panorama.
“Desde que llegué siempre estuve en la cocina, en el hotel donde me quedaba tenían un día de buffet mexicano, pero me reía mucho porque no había nada mexicano, lo que más se parecía eran los nachos con queso y chili, pero no había nada más que caracterizara a México, entonces pensé en compartir parte de la verdadera gastronomía y cultura mexicana”, mencionó.
José estaba convencido de compartir sus raíces y conocer la cultura de ese país, sin embargo, semanas después de haber llegado a las Islas Canarias, el hotel cerró sus puertas debido a la contingencia y las oportunidades eran mínimas para hacer lo que más le gusta cocinar.
“La gente de allá sólo tenía una idea de la gastronomía mexicana, una vez me tocó conocer a un taxista español con más de 40 años viviendo en la isla quien me dijo que era la primera vez que conocía a un mexicano, también tuve un compañero colombiano que me comentó que era un honor aprender de comida mexicana con un mexicano”, dijo.
La incertidumbre cada vez era más grande, los practicantes se encontraban en la espera de saber dónde iban a dormir en las noches hasta que un día el hotel les externó que no podían salir del lugar pero que cada quien correría con el gasto de la comida.
“El momento más difícil fue cuando se corrió el rumor que a los practicantes nos iban a correr del hotel porque nadie debía estar dentro, pero nosotros no teníamos a dónde ir y nos pedían regresar a nuestros países, a mí me cancelaron vuelos y a compañeros de Chile y Argentina también, por más que queríamos no teníamos a dónde ir”, señaló.
Ante esta situación, José salió a hacer la despensa, compró frijoles, harina, alimentos no perecederos, lo básico para sobrevivir y le sirviera para hacer comida mexicana como frijoles de fiesta, entomatadas, salsas picantes y hasta tortillas de harina.
“Disfruto mucho cocinar, todos mis problemas los desahogo cocinando, es mi felicidad, cuando estoy triste, feliz, cualquier sentimiento comienzo a cocinar y trato de no concentrarme en el problema. Haber salido de mi país y conocido otras culturas me abrió un mundo nuevo y a pesar de todo pude salir adelante gracias a mi pasión”, compartió.
El gastrónomo considera que enfrentarse al Covid-19 fue un comienzo a la aventura, pues experimentó momentos de alegría, tristeza, incertidumbre, sin embargo, cada uno lo hizo más fuerte ante cualquier problema.
A su regreso
Finalmente, José llegó a Hermosillo el 4 de julio del 2020, pero regresó a casa después de 20 días para respetar la cuarentena, al encontrarse en la ciudad comenzó a buscar trabajo, sin embargo, ninguno era suficiente, pues él quería iniciar con su propio negocio, por lo que fue entonces que nació Tómate algo.
“Se me ocurrió algo de mariscos y recordé a una amiga de generación, le planteé la idea y nos reunimos, así comenzó ‘Tomate algo’ el cual tiene como objetivo principal cambiar lo convencional, el nombre es sin acento porque literalmente todo es a base de tomate y hacemos la preparación en casa, es un concentrado con mariscos”, detalló.
Entre los productos que se ofrecen están los clamatos preparados, ceviche, aguachile, charolas de botanas y mariscos, así como también los más pedidos que son el clamato “El Coqueto” preparado con una base de clamato preparado y arriba una charola de elección (ceviche de pescado, camarón o sabritas), así como también “El Balazo” un shot con almeja o camarón, con salsas negras, clamato y chiles secos (chiltepin y jalapeño).
Los emprendedores compartieron que han recibido comentarios positivos de la gente pues la preparación del producto ha causado un impacto, así como también esperan a futuro tener un establecimiento formal para recibir a los comensales y que puedan degustar del trabajo que hacen los gastrónomos.
“Soy una persona que se ilusiona muy rápido para lo que sea, amor, trabajo, negocios, proyectos personales, apenas ando poniendo la primer hielera y ya estoy viendo una palapa de mariscos, pero más que ilusionado soy una persona muy segura y comprometida para lograrlo, este negocio lo veo posicionado, haré mi marca única, trataré de poner cosas innovadoras y únicas para el negocio”, expresó.
Para conocer los productos que prepara José Arriola sigue la página Tomate Algo donde encontrarás en su menú la variedad de mariscos que ofrece en avenida Pueblo Bajo #150B, colonia Pueblo Escondido o comunícate a los teléfonos 662289126 y 6624602641.
“Para aquellos que quieran salir del país, busquen qué es lo que quieren realmente, es mucha la diferencia, cultura, idiomas, así que salgan, conozcan para que puedan compartir otros sabores, también para los que quieren emprender ser muy fuertes las ganas para dedicarle a un negocio, amar lo que estás haciendo, anímense, no se queden con la duda de qué hubiera pasado, mejor inténtelo y cumplan sus sueños”, concluyó.
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