Una de las preguntas más frecuentes que he recibido es si el té se caduca. Porque, la mayoría de los amantes del té, tienen una lata guardada que, ya sea la compraron en algún viaje, en sus inicios como consumidores o incluso, alguien les regaló hace años y les preocupa que si lo toman, les pueda caer mal o intoxicarse. En esta columna les respondo dicha inquietud.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor, existen dos términos a considerar: fecha de caducidad y fecha de consumo preferente que, aunque aparentemente son iguales, hay una diferencia significativa entre ellos. La NOM-051-SCFI/SSA1- 2010 señala que “Fecha de caducidad se refiere a la fecha límite en que se considera que las características sanitarias y de calidad que debe reunir para su consumo un producto preenvasado, almacenado en las condiciones sugeridas por el responsable del producto, se reducen o eliminan, de tal manera que después de esta fecha NO DEBE comercializarse ni consumirse” mientras que “Fecha de consumo preferente es la fecha en que, bajo determinadas condiciones de almacenamiento, expira el periodo durante el cual el producto preenvasado es comercializable y mantiene las cualidades específicas que se le atribuyen tácita o explícitamente, pero después de la cual el producto preenvasado PUEDE ser consumido”.
Considerando lo anterior, la realidad es que el té no tiene fecha de caducidad, sino fecha de consumo preferente, ya que, a pesar del paso de los años, puede ser consumido siempre y cuando la forma de almacenamiento haya sido la adecuada y el empaque no esté dañado. Si bien, las características organolépticas (color, sabor, olor y textura) de este té no serán las óptimas o iguales a cuando estaba dentro de la fecha señalada y recomendada para su consumo, no te intoxicas.
Ahora que sabemos que no moriremos por tomar un té de hace 5 o 10 años, te comparto las fechas de consumo recomendado para cada tipo de té a partir de su fecha de elaboración y según el grado de oxidación del mismo:
- Té blanco, amarillo y verde: Por el protocolo de cosecha que puede incluir brotes, primera y segunda hoja y el bajo grado de oxidación, estos tés se recomientan ser consumidos durante los primeros seis meses y hasta 1 año. Esto dependerá mucho del tipo de té del que se trate, origen, su forma o enrollado, etc. En el caso del matcha, los primeros seis meses son los mejores.
- Té oolong y negro: Se recomienda consumirlos durante los dos primeros años, aunque en el caso de los oolong dependerá del grado de oxidación del mismo (baja, media o alta) y el tipo de enrollado o forma (hoja alargada o bola).
- Té oscuro (pu’er, heicha): Sin importar si se trata de un té crudo (sheng) o cocido (shou) se trata de una categoría perfecta para guardar y entre más “viejo” sea, mejor. Considera que esta guarda debe realizarse bajo condiciones controladas.
- Tisanas: Te recomiendo tomarlas durante los primeros dos años. Posteriormente se secarán y perderán aroma y sabor.
Es importante que sepas que el oxígeno, el calor, la luz y la humedad son enemigos del té y las tisanas, te recomiendo conservarlos en envases que los mantengan aislados como bolsas de triple barrera o latas de grado alimenticio y en un lugar fresco. ¿Pero qué hacer con esos tés y tisanas que ya no están dentro de la fecha de consumo preferente? Aunque sí puedes tomarlo, te comparto cinco ideas:
- Pulveriza y mezcla con sal o azúcar y úsalo para cocinar o coctelería
- Infúndelo en una cubeta y usarlo para trapear o limpiar pisos y superficies
- Mezclalo con sales de epson y ponlo en la bañera o tina para pies
- Es un excelente pigmento para textiles ¡mi mami ha teñido vestidos y ropones de bautizo!
- Mezclalo con la composta para las plantas
Ahora que sabes que no caduca, revisa las fechas de consumo preferente y organiza tu alacena. Si tienes té con la fecha de consumo preferente cercana, invita a todos tus amigos a una fiesta de té.
Abrazos en taza
Denisse Díaz
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