De entre los más de 200 tipos de especies de agaves que existen en México, surgen destilados cuyos procesos especiales pocos conocen. Es el caso de la Raicilla, una bebida milenaria que se obtiene de las propiedades de cinco tipos de agave y que este mes se le rinde tributo en el estado donde nació, Jalisco.
La mejor manera para celebrar el Día Internacional de la Raicilla es visitar el Pueblo Mágico de Mascota, donde los próximos viernes 29 y sábado 30 de noviembre, este destino será sede de un fin de semana lleno de sabor, música y tradición.
La invitación es por parte del Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla (CMPR)creado en el año 2000 por un grupo de visionarios, encabezados por el Ingeniero Jorge Dueñas, el Doctor Alfredo Cachúa, Jorge Amigo y el Ingeniero Adrián Ramírez, entre otros, con el objetivo de darle mayor visibilidad a este destilado ancestral e impulsar su distribución y comercialización. Fue así como productores, transformadores y comercializadores se unieron para mejorar la calidad y promover el desarrollo del sector.
El CMPR, surgió a partir de que sus integrantes lograran obtener la Denominación de Origen de esta bebida jalisciense en 2019, y se ha convertido en una organización fundamental para el desarrollo y la promoción de la Raicilla a nivel nacional e internacional.
Entre sus principales actividades se encuentran la capacitación a productores, promoción y comercialización, así como defender la Denominación de Origen.
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“La Raicilla como tal, es un Mezcal hecho de agave, el significado de Mezcal es agave cocido. En especial la Raicilla es un destilado muy antiguo, data del año 1601, su historia, incluso, aparece en los archivos del Virreinato, se produce sólo en 16 municipios de Jalisco y uno en Nayarit.
“Empezó a producirse con la industria minera a la llegada de los españoles, quienes comenzaron a adaptarse a las costumbres de los indígenas de la región, donde consumían el pulque, y se dieron cuenta de que este tipo de agave no sólo producía éste, sino muchos más alcoholes, y fue así que los españoles decidieron comenzar con su destilación”, dice Francisco Córdoba, Secretario Técnico del Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla.
El experto describe el proceso de elaboración de la Raicilla, el cual consiste en: escoger las piñas maduras, jimar, limpiar y tatemar. “Se cuece en hornos sellados que arden a 130 grados, luego se enfrían, se vuelven a limpiar y se muelen, el líquido resultante se fermenta máximo ocho días, se vierte todo a los alambiques para cocer y finalmente se destila. La gradación de la Raicilla oscila entre 36 y 45 por ciento de alcohol.
“El color de la Raicilla es marrón, su sabor es dulce y aterciopelado por lo que para degustarse debe tomarse frío, o agregar un hielo, que a su vez, ayudará a reducir los grados de alcohol sin perder su esencia. En algunas regiones de la costa de Jalisco le agregan jugo de naranja, toronja, maracuyá y agua mineral para darle un sabor tropical”.
Si quieres saber más de este y otros interesante destilados, escucha nuestro podcast Qué Sabroso, a continuación:
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