Ponerle salchicha al pozole o gomitas de colores a la cerveza; rellenar las cemitas poblanas de chalupas, darle forma de dinosaurio a las quesadillas, considerar un crujiente huarache verde con nopales como una pizza y ponerse el reto de comer una flauta que mide más de 60 centímetros, todo esto forma parte de una lista sobre la inventiva que los mexicanos tienen en la cocina, recetas que han encontrado fieles seguidores en la calle y que este año proponemos hacerle un espacio en el menú de la tradicional Noche Mexicana.
Pozole con salchicha y birria
Hay dos invitados a la fiesta gastronómica que destacan por sus vaporosos caldos, estos son el pozole y la birria; te contamos de un par de preparaciones que le suman sorpresa al confort.
Para empezar, el pozole de Salamanca, Guanajuato. Ahí le suman salchicha y tocino frito al plato. La historia de esta receta se remonta a finales de la década de los 60, cuando había comedores comunitarios para personas que no tenían alimento y al hacer rendir las porciones se les agregaba de todo. Así fue que surgió la idea de ponerle salchicha, para que alcanzaran un poco de carne.
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Y luego, la birria de chivo, preparada en horno, con penca de maguey y a la leña; es un plato milenario que permanece por su versatilidad: hoy se sirve también como quesabirria y tacoquesos de queso adobera, otro de los ingredientes favoritos de los jaliscienses.
En el estado se prepara por lo menos desde 1960 y a diferencia de otros estilos de birria, la de chivo es de carne muy suave. Actualmente el combo incluye quesabirrias, las nuevas favoritas. Nadie se resiste a una gran tortilla hecha a mano, queso, birria y consomé.
En el estado se prepara por lo menos desde 1960 y a diferencia de otros estilos de birria, la de chivo es de carne muy suave. Actualmente el combo incluye quesabirrias, las nuevas favoritas. Nadie se resiste a una gran tortilla hecha a mano, queso, birria y consomé.
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Más datos sobre estos antojitos
Cómo se sirve el pozole …
El pozole lleva chile poblano, tomate, jalapeño, serrano, cilantro, cebolla y condimentos, como pimienta, laurel, tomillo, mejorana y un poquito de orégano. Todo se muele, se le pone sal y caldo de pollo. El pozole aquí es verde, “un secretillo de la familia que ha funcionado muy bien”.
Recomendación. Puedes comerlo en el local de “La Celestina”, en el área de comidas del mercado Tomasa Esteves.
El mejor momento. La cocinera Norma Cristina Rosas González elabora pozole todo el año, pero dice que tiene mayor demanda durante el mes patrio y cuando hace frío.
Los cocineros cuentan que de manera tradicional, se pone en un pozo en el piso, se prende con leña, luego colocan la carne y se tapa con penca de maguey. La sirven como el cliente la pida, ya sea con carnaza, peinecillo o machito. También se vale pedir huesito.
Recomendación. Prueba la que cocinan “El Chololo”, una birriería campestre o en la zona de las “Nueve Esquinas”, en el centro de Guadalajara donde se han filmado películas mexicanas
Momento histórico. Se dice que el Rey Pelé probó la receta del restaurante “El Potrillo”, durante su visita a México por el mundial de 1986
Practicidad. Muchos locales la elaboran en un horno en pretil en un local cercano a donde la venden
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Esquites al gusto
Este antojito se consume en casi todo México, aunque con distintos nombres; en cada región le ponen su toque al prepararlo y dicen que los ¡meros, meros! son los queretanos, específicamente los del Pueblo Mágico de Bernal. En este lugar existen variedades como el de camarón, tuétano, pastor, arrachera, tocino, amarillo y con sopa instántanea. Su diversidad de colores los ha hecho notables para locales y turistas.
Las variantes de Ciudad de México y Cuernavaca son los esquites con cecina y aguacate, o los de hormigas chicatanas; van seguidos de los que llevan chapulines y frituras comerciales.
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Y para ir cerrando esta intervención maicera, damos paso a los hojalotes, que se llaman así porque lo sirven en hojas de elotes; van con salsa de aceite con cacahuate y chapulines dorados al ajillo. Muy codiciados en Cuernavaca y Morelia.
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Comúnmente se sirven en vaso desechable con limón, chile, mayonesa y queso. Hoy en día los toppings son interminables desde frituras, cacahuates, diferentes salsas que les dan ese toquecito que hace agua la boca.
Recomendación. Imperdibles los que venden en la calle de Hidalgo y Regules en la capital queretana;de ahí se llevaron la idea al pueblo Bernal
25 sabores son los que puedes encontrar en las inmediaciones de Peña de Bernal, en Querétaro
Para beber. En Morelos los maridan con tiltlichate, una refrescante agua de maíz rojo, molido en metate con anís y canela.
Sin desperdicio. La chef de Morelia, Nair los sirve en la hoja de elote para no contaminar tanto y evitar los vaso de unicel
Fritas y llenadoras
México es un país megadiverso, pero de garnachas, recetas que motivan a cualquiera a dejar los cubiertos de lado y comer con las manos. No importa si el platillo que se tiene enfrente es una quesadilla en forma de T-Rex o un burrito más grande que esta hoja de periódico.
En la Ciudad de México encuentras chicharrones preparados con hasta 15 ingredientes encima;mientras que en Toluca sus famosos huaraches verdes, que muchos confunden con tlayudas y otros le apodan la pizza mexicana. La textura crujiente, nopales y frijoles, los caracterizan.
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De ahí, Cuautla. Aquí todavía se pueden ver dinosaurios, pero en un comal lleno de aceite. Los llaman dinomolotes porque tienen forma de un Apatosaurus, una especie que vivió a fines del periodo jurásico en Norteamérica. Esta garnacha puede ir rellena de carne, queso, pollo y piña con jamón.
Ya para cerrar este repaso por las garnachas, se ven a lo lejos las kilométricas flautas de harina que miden más de 60 centímetros de largo, y que venden en Ciudad Victoria, Tamaulipas, envuelven por lo menos tres porciones abundantes de guisos.
Más datos sobre estos antojitos…
En Puebla, la capital de la cemita, decidieron innovar la receta hace tiempo y le agregaron al interior una suculenta chapula que es, nada más y nada menos, que tortillita frita en manteca bañada en salsa verde o roja, acompañada de carne deshebrada de cerdo y cebolla.
En Puebla, la capital de la cemita, decidieron innovar la receta hace tiempo y le agregaron al interior una suculenta chapula que es, nada más y nada menos, que tortillita frita en manteca bañada en salsa verde o roja, acompañada de carne deshebrada de cerdo y cebolla.
Recomendación. Si quieres probar las flautas extra grandes, a pocas cuadras del Palacio de Gobierno se ubica La Flauta Soñada.
Visita los tacos de tostitripas de Tacos Don Román, en Durango. Es famoso porque salió en Netflix.
25 pesos cuesta una quesadilla jurásica en la fondita La Casa de Vicky, ubicada en la colonia Tepeyac, en Cuautla
Micheladas, jarritos gigantes y postres
La cerveza y los destilados nacionales siempre encuentran lugar en la mesa, pero hay otras combinaciones que se suman a la competencia por ser más llamativas y refrescantes. Por ejemplo, las variedades de micheladas que hay en todo el país, pero en especial en la capital de Puebla: Clamachela, gomichela, mangochela o la camaronera.
Mención aparte tienen los jarros de tequila de Tlaquepaque en Jalisco, hay algunos que alcanzan hasta los 20 litros con tequila, con sus rodajas de cítricos y con la posibilidad de llevarte el recipiente de recuerdo. Otra receta destacada es la que preparan en Durango, el michecoco, esta invención salió en un documental de Netflix; “tratamos de agarrar cocos que tengan el hueco grande para poder vaciar una caguama”, cuenta uno de sus creadores.
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Y no pueden faltar los postres en esta fiesta nacional, pero no cualquiera, los que ponen por delante el sabor a nogada. Para empezar, un pastel con pan de plátano, manzana, pera y durazno; relleno de mermelada de chile poblano y cubierto de betún de nogada decorado con granada.
En Chiapas, el chef Jorge Gordillo propone acompañar los clásicos churros de azúcar y canela, con una salsa de nogada. Y finalmente, en Puebla, Toluca, Tlaxcala y Ciudad de México encontrarás donas o helados de ese sabor.
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La nogada que acompaña a los churros del chef Gordillo está hecha a base de nueces de macadamia y castilla, quesos y chocolate blanco.
Helado muy patrio. Utilizan varios de los ingredientes con los que se prepara el chile en nogada como pueden ser la fruta, la nuez, la granada.
De 500 a 600 kilocalorías contiene solo la michelada, más los ingredientes que se le agreguen, según especialistas de la salud.
Recomendación. Si quieres autoservicio, puedes pedir unas gomichelas, azulitos y otras innovaciones en el proyecto Las Rapichelas, en la ciudad de Puebla. Se abre todo el año a partir de las 11:00 am