Por Maribel Sánchez
La Locomotora, la fábrica de chocolate más antigua de México está en Xalapa, y en 2024, la cuarta generación de los fundadores busca que más personas la visiten y conozcan este legado de sabor y tradición.
En 1860, con molinos rústicos movidos por tracción animal, surge la chocolatera con José de la Flor. Años después, cambia de dueño y es Manuel Lazo quien le da continuidad.
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Actualmente en la casona antigua de Poeta Jesús Díaz número 21, mantiene los procesos artesanales para la elaboración de chocolates dulces, semiamargos y amargos, con una receta secreta sin conservadores ni saborizantes artificiales, dice con orgullo Julio César Sosa Lazo.
Cambios y supervivencia
Detrás del mostrador de madera que forma parte del mobiliario original pero bien conservado, el descendiente de la familia española fundadora hace un viaje al pasado para compartir la historia.
La familia se enfrentó al cambio de uso de los animales de carga a la llegada de la energía eléctrica, en medio de pequeños asentamientos en la ciudad y donde el puente de Xallitic marcaba una diferencia entre Xalapa central y la periferia.
Con el fin de ampliarla y modernizarla, en 1940, uno de los hijos de Manuel Lazo la cambia del centro –Francisco Díaz Covarrubias, hoy Xalapeños Ilustres– a la salida, a la esquina de Lucio y Poeta Jesús Díaz.
El cambio, además de buscar el crecimiento, también fue para evitar problemas con los vecinos ante el constante movimiento del ferrocarril y del ruido de descarga de los insumos; de ahí viene su nombre.
“Su nombre sí tiene que ver con el invento que acababa de suceder en el mundo. A mí me contaba mi abuelita que cuando era niña, muchas personas se espantaban con el ruido de la locomotora porque creían que se trataba de un demonio, al ser un movimiento autónomo con fuego. Cerca de 1900 se empezó a saber más”.
En 164 años de trabajo continuo, la familia se enfrentó al cambio de uso de los animales de carga y tuvo que adaptarse a lo nuevo, pero la misión, dice Julio César, ha sido mantener la tradición, preservarla y salvaguardarla.
El sabor de una fusión
El bisnieto del español Manuel Lazo explica que el sabor es una historia especial, ya que al ser los fundadores dos españoles, al principio no era el chocolate tradicional mexicano, y aunque se sigue haciendo, cree que lo que los ha mantenido es la diferenciación entre lo que implica un chocolate puramente mexicano con el toque de la “Producción Esmeralda”.
Desde 1860 conservan las recetas adecuadas a los insumos actuales y regulaciones fitosanitarias. Actualmente está disponible un catálogo de trece que tiene como base los chocolates dulces, semiamargos, amargos y una línea con base de leche.
“La gente ha hecho suya La Locomotora y uno de los últimos sabores es el chocolate sin azúcar, que nace de un tema socioeconómico surgido de restricciones alimentarias que antes no eran prioritarias”.
“El sabor se ha mantenido igual porque a pesar de la transformación buscamos mantener el legado y decir ‘redescubre el sabor de 1860’”, expresa el heredero de un legado con valor histórico para Xalapa y México.
Enfatiza que a pesar de estar en distintas plataformas de comunicación y adaptarse a los nuevos tiempos, no está en sus planes convertirse en una fábrica industrializada sino mantenerse con fe en la importancia del trabajo a mano, creyendo en las personas y en el trato con las personas, con clientes y proveedores.
Lo más buscado
El chocolate “de mesa” más buscado es el del papel amarillo, el número 4, dulce con canela, pero en los últimos tiempos el amargo y el que es sin azúcar también tienen buena demanda.
“Queremos rescatar el legado, rescatar la unión familiar, con la conciencia de que no todos pueden comer chocolate, tenemos la opción sin azúcar, para que todos podamos convivir”.
Quien visite La Locomotora se encontrará con un lugar que remonta a una época pasada, aquella en la cual las flores naturales eran importantes.
En la entrada no faltan los “clavelines” ni los cuadros en las paredes con reconocimientos de parte de Alemania, Reino Unidos, España y Estados Unidos entregados a la fábrica mexicana que fue innovadora y líder en las ferias internacionales celebradas en el pasado, en el México posrevolucionario.
De los productos artesanales hechos y empacados a mano se puede saber más en Facebook
Instagram Chocolates La Locomotora.