Por Abel Miranda
En los años 60 y 70 en México, particularmente en la región de la Sierra de Guerrero, el movimiento Partido de los Pobres, del maestro normalista Lucio Cabañas, luchaba por generar cambios en la educación y el gobierno.
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Es así como durante el conflicto, su guerrilla se autogestionaba en la sierra, la cual era dura y llena de carencias, pero que pudieron sortear gracias a su ingenio manifestado en proyectos de recursos limitados y adaptación gastronómica.
En este movimiento con el ingrediente presente de manera incidental, también se podían ver los gustos de Lucio Cabañas; de acuerdo con Micaela Cabañas, hija del guerrillero, su padre fue un amante del café, no podía pasar un día sin probar esa bebida, apenas se despertaba y ya quería su dosis de cafeína.
Narra que esto es algo común entre la mayoría de la gente de la sierra de Atoyac, pues en este lugar, por sus condiciones climáticas y orográficas, se produce uno de los mejores ejemplares del país. “Lucio además de su gusto por el café, también disfrutaba comer coco y su comida favorita fue la morisqueta, ese platillo de arroz con frijoles”, indicó la hija del guerrillero.
Ambas preferencias se definen por ser icónicas de la región, en el caso del coco, su planta es una de las predominantes en la zona costera de Guerrero, esta entidad tiene el número uno a nivel nacional en su producción y se estima que se producen cerca de 200 mil toneladas de esta fruta.
Por otro lado, los orígenes de la morisqueta, datan de la época de la Colonia, ya que en muchas regiones del país y Sudamérica se le conoce como morisqueta o moros con cristianos.
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En la Costa Grande les gusta llamarlo como lo que es, arroz con frijoles. El grano de arroz es blanco y no lleva ningún condimento, sólo se hierve con agua y los frijoles deben ser caldosos.
Este platillo se convirtió en típico debido a que las comunidades guerrerenses comenzaron a sembrarlo como cultivo local en la zona de la montaña, específicamente en Huamuxtitlán y Alpuyeca. Fue un producto importado desde otras zonas como Morelos o Michoacán.
La morisqueta, por su accesibilidad desde la producción del arroz en las montañas y su combinación con otros ingredientes simples, fue el preferido de estos guerrilleros, quienes en la década de 1960, con Lucio Cabañas, líder estudiantil de la normal de Ayotzinapa, lucharon por tener una universidad autónoma en la que se diera educación a los hijos de los sectores pobres, además reclamaban la desaparición de poderes debido a que se tenía un gobierno autoritario y represor.
El movimiento tuvo una represión que dejó decenas de muertos, pese a ello, con el tiempo logró triunfar en parte; sin embargo, quienes participaron en el movimiento y no se alinearon con el círculo de los gobernantes empezaron a ser perseguidos, desaparecidos y asesinados. Incluso Lucio logró evadir un intento de asesinato durante un mitin en Atoyac y después de ello decidió refugiarse en la sierra y tomar las armas para luchar contra el mal gobierno.
Por una década se libró una lucha de guerrilla que se refugió y protegió por las comunidades de la sierra de Atoyac y sus alimentos tradicionales. Desde ahí generó sistemas de organización comunitaria de autopreservación y consumo que lo convirtieron en el ícono de la insurgencia.
Destacados:
Morisqueta
Por su accesibilidad desde la producción del arroz en las montañas y su combinación con otros ingredientes simples, fue la preferida por los guerrilleros
Coco, el rey
Es una de las predominantes en la zona costera de Guerrero; tiene el número uno a nivel nacional en su producción y se estima que se producen cerca de 200 mil toneladas de esta fruta.