Sí, lo leíste bien. En ese periodo raro entre septiembre y octubre, cuando no sabemos si seguir ondeando la bandera mexicana o empezar a sacar las calaveritas de azúcar, llega un antojito que se convierte en la mejor excusa para celebrar ambas cosas a la vez. ¿De qué estamos hablando? Del Pambamuerto, una deliciosa fusión que junta el corazón patriótico de los pambazos con la tradición de los panes de muerto.
En cada esquina de México, septiembre es sinónimo de antojitos como pambazos rebosantes de papa y chorizo, mientras que en octubre la dulzura del pan de muerto se apodera de las panaderías. Pero este año, “Antojitos muy Vargas”, un puesto de comida en la Ciudad de México, decidió que ya era hora de que ambos convivieran en un solo bocado. Así nació el Pambamuerto, una creación que toma la forma clásica del pan de muerto (sí, con sus huesitos y todo), pero bañado en la tradicional salsa de chile guajillo que caracteriza a los pambazos.
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¿Qué lo hace tan especial? La combinación de la suavidad y el toque esponjoso del pan de muerto con esa picante salsa que nos recuerda a las fiestas patrias. Es como si tus papilas gustativas dieran el grito de ¡Viva México! mientras se preparan para la nostalgia del Día de Muertos.
¿Qué relleno elegirás?
El Pambamuerto no solo se queda en su aspecto y textura híbridos, sino que también ofrece dos opciones de relleno para que elijas tu propio destino culinario:
-Como buen pambazo, lleva papa cocida, chorizo bien sazonado, crema, queso y lechuga. Es la opción que te hará sentir como en las kermeses de la primaria, con ese toque de nostalgia a cada mordida.
-Si eres más de sabores contundentes, esta variante te conquistará con su relleno de suadero, cilantro y cebolla, con esa jugosidad que solo los tacos de la madrugada pueden igualar. Ideal para quienes quieren un twist más callejero y robusto.
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¿Dónde encontrar un Pambamuerto?
La mente maestra detrás del Pambamuerto es el puesto “Antojitos muy Vargas”, conocido por darle un giro inesperado a los clásicos mexicanos. No es la primera vez que fusionan fechas especiales con la gastronomía; también son los creadores del “Pambalentín”, un pambazo en forma de corazón para compartir en San Valentín, y del “Soquesito”, una masa rellena de queso con suadero, pastor, costilla, cochinita, pollo o birria. Con estas creaciones, este lugar ha demostrado que siempre hay una forma nueva de disfrutar lo mejor de la cocina mexicana.
Si ya se te hizo agua la boca, no te preocupes, que el Pambamuerto no está tan lejos. Puedes conseguirlo en “Antojitos muy Vargas”, ubicado en la calle 5 de febrero 514, colonia Álamos de la Ciudad de México, a solo dos cuadras del metro Viaducto (Línea 2 del metro). Ya sea que quieras probarlo en su versión tradicional o atreverte con la de suadero, este híbrido delicioso te espera para que disfrutes de un pedacito de ambas celebraciones.