En Valle de Bravo, se encuentra la Aldea Avándaro, un proyecto dedicado a la interpretación del campo y la cocina. En este centro de difusión, los visitantes tienen la oportunidad de aprender sobre temas relacionados con el cultivo limpio, la cocina con productos naturales de temporada y más.
A través de cursos especializados y experiencias en el huerto y la cocina, se promueve la integración, la celebración y el conocimiento de prácticas agroecológicas. En una entrevista con Sonia Ortiz, representante de este colectivo, exploramos la conexión entre las fases de la luna y la siembra.
Sonia Ortiz, con nueve años de experiencia en este proyecto, explica cómo la aldea ha trabajado arduamente en la regeneración del suelo desde su inicio. En la actualidad, cuentan con un invernadero, un huerto, una olla para captar agua de lluvia, un techo invertido para almacenar agua y áreas dedicadas al cultivo de setas, gallinas y compostaje. Se ha convertido en un ejemplo de sustentabilidad y agroecología, compartiendo su conocimiento con aquellos interesados en aprender.
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Calendario lunar para sembrar
Dentro de estas prácticas agroecológicas, se encuentra la siembra basada en las fases de la luna. Según Ortiz, la relación entre la siembra y la luna se basa en el efecto de la gravedad lunar sobre el agua presente en las plantas y en los seres humanos. La luna llena atrae el agua hacia arriba, lo que estimula el crecimiento de las partes superiores de las plantas, como las hojas y los frutos. Por otro lado, durante la luna nueva, la savia y el agua de las plantas descienden hacia las raíces, favoreciendo el desarrollo de cultivos subterráneos, como zanahorias y betabeles.
La biodinámica agrícola se basa en comprender estos efectos de la luna en el agua y aplicarlos en la siembra, cosecha y poda de las plantas. En este sentido, se recomienda sembrar aquellos cultivos que crecen hacia arriba, como los jitomates, durante la luna llena. Por otro lado, los tubérculos y raíces, que crecen hacia abajo, son ideales para ser sembrados durante la luna nueva. De esta manera, la fuerza gravitacional de la luna complementa el proceso de crecimiento de las plantas, influyendo en su desarrollo.
No obstante, la experta también menciona la importancia de utilizar el sentido común al realizar la siembra. Si bien las fases de la luna pueden ser un indicador útil, no deben ser consideradas como reglas estrictas. Otros factores, como el clima, la disponibilidad de recursos y las condiciones específicas del cultivo, también deben tenerse en cuenta al planificar la siembra.
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Planificación de la siembra
Las fases de la luna no solo impactan en la siembra, sino también en otros aspectos de la agricultura, como la cosecha y la poda. Al cosechar durante la luna llena, se aprovecha el mayor contenido de agua en las plantas, lo que puede resultar en productos más jugosos y sabrosos. Por otro lado, la poda se realiza preferentemente cuando la savia está en la raíz del árbol, evitando así una pérdida excesiva de energía.
Aunque la influencia exacta de la luna en las plantas puede ser motivo de debate, muchos agricultores y jardineros encuentran beneficios al tener en cuenta estos ciclos lunares. Ya sea sembrando durante la luna llena para promover el crecimiento hacia arriba o aprovechando la luna nueva para cultivar raíces y tubérculos, la relación entre la luna y la siembra sigue siendo una práctica interesante y cautivadora en el mundo agrícola.
Las fases de la Luna
El calendario lunar para la siembra se divide en cuatro fases principales: luna nueva, luna creciente, luna llena y luna menguante. Cada fase se relaciona con diferentes aspectos del crecimiento de las plantas y se considera propicia para ciertos tipos de cultivos.
- Luna nueva: Durante esta fase, la luna no es visible desde la Tierra. Se considera un buen momento para sembrar cultivos de raíces y tubérculos, ya que la savia tiende a concentrarse en las partes subterráneas de las plantas. Ejemplos de cultivos adecuados para sembrar en luna nueva son las zanahorias, nabos y patatas.
- Luna creciente: Durante esta fase, la luna va aumentando su visibilidad en el cielo. Se cree que la gravedad lunar ayuda a impulsar el crecimiento de las partes aéreas de las plantas. Es el momento propicio para sembrar y cultivar cultivos de hojas y frutos. Algunos ejemplos son lechugas, espinacas, tomates y pepinos.
- Luna llena: Durante la luna llena, la luna es completamente visible desde la Tierra. Se cree que en esta fase, la gravedad lunar atrae el agua hacia arriba en las plantas, lo que favorece el desarrollo de hojas y frutos. Es un buen momento para cosechar cultivos que crecen hacia arriba, como tomates, calabacines y pimientos.
- Luna menguante: Durante esta fase, la luna va disminuyendo su visibilidad en el cielo. Se considera un momento propicio para realizar tareas de poda y eliminar malas hierbas, ya que la savia tiende a concentrarse en las raíces de las plantas. También es un buen momento para cosechar cultivos de raíces y tubérculos.
Aprovecha los ciclos naturales de la agricultura
La Aldea Avándaro ha encontrado en la práctica de la siembra según las fases de la luna una forma de optimizar los resultados y promover la biodiversidad en sus cultivos. Además, han logrado regenerar el suelo de su terreno a través de métodos agroecológicos, evitando el uso de pesticidas y fertilizantes artificiales.
Esta experiencia nos invita a reflexionar sobre la importancia de observar y comprender los ciclos naturales en la agricultura. La conexión entre la luna, el agua y las plantas nos recuerda la interdependencia de todos los elementos de nuestro entorno y la necesidad de cuidarlos para lograr un equilibrio sostenible. La siembra según las fases de la luna se presenta como una alternativa más enriquecedora y respetuosa con la naturaleza en el proceso de cultivar nuestros alimentos.