Esta parte del huevo suele ser arrojada a la basura, lo cual es un desperdicio porque las cáscaras tienen diferentes usos en el hogar, especialmente en el jardín.
Aplástalas y rocíalas dentro de los orificios donde colocarás las semillas, esto lo puedes repetir dos veces al mes e incluso para plantas interiores; puedes colocar las cáscaras en un recipiente con agua y usar el líquido para riego.
– Planta tus semillas
Excelentes para dejar ahí tus semillas mientras estén listas para ser trasplantadas, además de funcionar como una pequeña maceta también liberan gradualmente calcio y otros nutrientes que ayudan a que tu planta se desarrolle.
Toma una cáscara de huevo y enjuágala bien, hazle un pequeño orificio en la parte de abajo para que el agua pueda drenar, llénala con tierra y agrega una o dos semillas. Cuando estén listas para ser trasplantadas, rompe la parte de abajo de la cáscara y plántalas junto con ella.
– Controla las plagas
Machacadas alrededor de las plantas es un ingenioso truco para mantener alejados a caracoles, gusanos y babosas, también ayudará a que los gatos no se acerquen a tus cultivos.
– Limpia los platos
Solo machácalas y mézclalas con un poco de agua jabonosa, puedes usar esta preparación para limpiar aquellas ollas y sartenes que te cuestan lavar.
– Quita las manchas de té y café de las tazas
Si tus tazas ya no se ven tan blancas, coloca dentro de ellas cáscaras de huevo machacadas y llénalas con agua tibia y déjalas reposar durante la noche; notarás la diferencia.
– Úsalas como un apósito
La membrana que se encuentra dentro de las cáscaras de huevo es perfecta para darle este uso, solo roma un poco de ella, colócala sobre la herida y deja que se endurezca. Además de evitar infecciones, acelerará la cicatrización.