Por Brenda Vega
Estamos en la temporada perfecta para saborear platillos elaborados con frutos del mar; caldos, ceviches, cócteles y más platillos que te transportan a tu costa favorita con cada bocado. Además de ricos, los pescados y mariscos son una rica fuente en nutrientes, sus proteínas tienen alto valor biológico, ayudan a reducir enfermedades cardiovasculares, fortalecer el sistema inmunológico y en su mayoría son bajos en calorías.
Te damos más excusas para consumirlos con un top tres de marisquerías urbanas que destacan por su tradición y sabor:
El Marisquero
Sin pena ni gloria… así es como se debe de comer en este establecimiento, en el que la gente va llegando alrededor de las 11 de la mañana y los últimos se van entre cinco y seis de la tarde. El horario no está muy establecido, ahí son muy trabajadores, comienzan desde muy temprano y se van ya tarde pues el flujo de gente durante el día es casi interminable.
¿Por qué tienes que comer aquí?
Hay bufete y no tiene límites. Todo capitalino tiene que pisar ese lugar por lo menos una vez en su vida, su ambiente es sui géneris y el tipo de comensal es ecléctico.
Por una módica cantidad de 180 pesos comes de todo, por eso la recomendación es llevar mucho estómago para que puedas probar su rica variedad.
Se divide en tres barras: la de platillos fríos con ensaladas, cócteles y ceviches; lo mejor es que todos los ingredientes están por separado, por lo que tú puedes combinarlos al gusto. Hay una barra caliente con caldos y sopas; además, alambre de mariscos, paella, piñas rellenas, mojarras, empanadas, filetes y pastas, por mencionar algunos. La tercera barra es la de postres, hay con frutas, pasteles, gelatinas y arroz con leche, entre otros.
Cabe mencionar que los platillos cambian todo el tiempo, pero la oferta siempre es variada. Los niños menores de cuatro años no pagan y de cinco a nueve años pagan solo 95 pesos. Prepárate por que también hay música en vivo y karaoke.
Dirección: Local 10-A Calzada de la Viga 124, Col. Lorenzo Boturini.
Mercado San Pedro de los Pinos
Fue inaugurado el 27 de julio de 1957 y su construcción corrió a cargo del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, quien también participó en la construcción de otros mercados como el de La Lagunilla. Comienzan sus operaciones entre las nueve y 10 de la mañana, para finalizar entre cinco y seis de la tarde.
¿Por qué tienes que comer aquí?
La fama viene por su calidad en sus dos marisquerías: La Fuente de la Juventud y Altamar, ambas ofrecen una carta muy extensa, con propuestas para todos los bolsillos, literalmente están juntas, pero no revueltas y cada una tiene su propio encanto.
Al entrar al mercado encontramos la Altamar, de servicio rápido y amigable, sus especialidades son: ensalada de atún fresco, lonja de salmón al yogurt y teppanyaki de camarones y pescado.
Por su parte, la Fuente de la Juventud abarca uno de los locales más grandes y con dos áreas; la tradicional el ambiente clásico de mercados y un salón con terraza para fumadores hasta el fondo (te sentirás como en un restaurante aparte).
Aquí lo más vendido son las sopas, los caldos, los pescaditos fritos, cócteles y vuelve a la vida. Si quieres algo más elaborado puedes ordenar una paella, arroz marinero, camarones filadelfia empanizados con coco y ajonjolí o un lomo de huachinango a la talla preparado al carbón; este recomienda compartir ya que su peso es aproximadamente de un kilo.
Dirección: Entradas porCalle 7 y avenida 2, col. San Pedro de los Pinos.
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Lo encuentras cerca del Metro Sevilla, por una puerta situada entre puestos de gorditas y tacos de guisado. Alberga lo que aún es una vecindad en la que los departamentos de la parte de adelante fueron adaptados para que los comensales pudieran comer a gusto. Su horario es de martes a domingo de 11 de mañana a 6 de la tarde. Ojo: no abren los lunes.
¿Por qué tienes que comer aquí?
Es de platos generosos que se prestan para compartir, ahí acostumbran a servir peceras. Lo mejor es llegar con hambre. Sus especialidades son la paella, la parrilla de mariscos, el caldo de camarón y los vuelve a la vida. Pero si nada más de ver te sientes satisfecho y no te atreves a hincarle el diente con gusto, entonces ordena una empanada de camarón o unas quesadillas de camarón con queso, son deliciosas. Los precios varían mucho te puedes gastar la mitad de tu quincena en una sentada o menos de 200 pesos para quedar satisfecho, dependiendo lo tragón que seas.
Dirección: Avenida Chapultepec 464, Col. Roma Norte
**Nota del editor: Por pandemia la información de horarios o medidas de higiene podría cambiar
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