Los residuos orgánicos que generas a diario en casa pueden tener un destino distinto al bote de basura, es más, podrías emplearlo en composta, un abono orgánico que si bien sirve para mantener saludable a las plantitas, con él pones un grano de arena que sumado con otras acciones favorece al planeta.
A decir de Viridiana Zaldívar, diseñadora floral en Anémona Casa Botánica, la composta es “un proceso bellísimo que consiste en la descomposición biológica de la materia orgánica hecha por organismos descomponedores y por diminutos animales detritívoros”.
También cuenta que la composta sirve para mejorar considerablemente la calidad del suelo, evita la necesidad de usar fertilizantes químicos, pesticidas y ahorra agua de riego.
“Esto hace que cualquier cultivo sea más sano y que nuestra forma de cultivar sea más respetuosa con el medio ambiente”, menciona además que reduce sensiblemente la cantidad de desechos orgánicos y que elaborar una composta modera los costos del tratamiento de la basura.
Más razones
Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural enfatiza las virtudes de esta mezcla de residuos:
-Mejora la sanidad y el crecimiento de las planta y las permite absorber más nitrógeno
-Es una fuente de alimentos para los microorganismos
-Disminuye los cambios bruscos de temperatura.
-Favorece a las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo; así como que aumenta la capacidad de retención de humedad del suelo y sopesa las modificaciones de pH que pueda experimentar.
-Logra descomposición parcial o casi completa de algunos residuos agrotóxicos.
¿Cómo se hace?
La especialista Viridiana Zaldívar explica que existen cuatro formas básicas y todas pueden hacerse en un contenedor a reutilizar (bote de basura alto, cajas de fruta, cajones, etcétera.)
-Composta húmeda
-Seca
-Lombricomposta
– Térmica
“La posición ideal es debajo de un árbol o de un techo, de forma que esté a la sombra en verano y al sol en invierno”, detalla.
“Es preciso regular la entrada de aire y humedad creando orificios en la tapa y en laterales”, además, cerrar el contenedor en lluvias o días secos.
¿Qué residuos puedo usar?
Zaldivar precisa que se pueden agrupar en dos categorías:
– Materiales húmedos. Ricos en agua y sustancias nutritivas como el nitrógeno (restos de frutas y verduras, césped y poda fresca o cáscaras de huevo, entre otros)
– Materiales secos. Compuestos básicamente de carbono (pequeñas ramas, hojas secas,aserrín, paja, cartón y periódico).
Eso sí, hay que evitar los excrementos de perros, gatos y demás animales carnívoros.
“Es conveniente no incorporar materiales cocinados, especialmente carnes y pescados, que pueden provocar malos olores y atraer moscas o roedores”
“Si se incorpora papel no debe ser satinado; se pueden utilizar periódicos, papel y cartón de embalaje, pero no revistas ilustradas que tienen elementos tóxicos en sus tintas. Sin embargo, el papel y el cartón deberán ser desmenuzados en pequeños trozos”
“La duración del proceso de transformación de residuos orgánicos dependerá de las distintas operaciones que se hacen durante el proceso y de la disponibilidad de tiempo que se tenga para hacerlas”
¿En qué puedo emplearla?
Cuando el contenedor esté lleno o cuando hayan transcurrido al menos cuatro ó cinco meses desde el inicio de las operaciones, se podrá comenzar a extraer. Se puede aprovechar esta oportunidad para voltear toda la pila y mezclar las capas.
“Hay que utilizar una criba o tamiz para separar los elementos todavía no compostados que se podrán usar en el siguiente proceso de compostaje (…) No hay duración exacta, al emplearla directo a la tierra, los nutrientes se integrarán al suelo y comenzarán a actuar a favor de la vegetación (…) Se puede usar como fertilizante natural para plantas de ornato, jardín y huertos”, finaliza la especialista.