Lo salado de un bolillo, lo dulce de una gelatina de jerez y el sabor envinado del rompope, son la apuesta que Isrrael Fuentes, cocinero tradicional, prepara desde su restaurante Los Once Patios en Pátzcuaro, donde la torta de gelatina se volvió todo un fenómeno.
Esta mezcla de sabores no solo ganó los paladares de propios y extraños, sino que ha puesto los reflectores del mundo sobre el municipio lacustre, al ser parte del capítulo Postres Pecadores de la serie La Divina Gula producida por Netflix.
No es por demás su fama, ya que la peculiaridad de sus ingredientes y la historia detrás del platillo, hacen que se convierta en un manjar casi excéntrico.
Para iniciar con su preparación, Isrrael coloca el bolillo dentro de un horno eléctrico para que tenga una consistencia dorada y se caliente su interior.
Retira el pan del horno y saca el migajón, para dar paso a la gelatina fría, que al momento de encontrarse con el calor del bolillo, se derrite levemente formando una especie de jalea debajo que rápidamente absorbe el pan.
Con precaución pero de manera generosa, la torta es bañada por un brillante rompope amarillo, el cual perfuma el platillo y le brinda un toque tradicional a esta creación.
Platillo de la infancia que conquistó a Netflix
El cocinero tradicional acepta que esta invención no es de su autoría, sino que es una receta heredada por su abuela, quien desde su infancia le preparaba esta torta durante los almuerzos.
“Mi abuela cuando éramos niños nos daba esa torta, se llevaba en un recipiente su gelatina y los bolillos, cuando ya era hora de almorzar sacaba los ingredientes y nos daba nuestra torta”.
Su llegada al menú no fue cosa sencilla, como asegura Isrrael, ya que lo peculiar de la torta de gelatina creó al principio una reacción adversa, pues las personas en redes sociales comenzaron a criticar su obra.
Sin embargo, con el tiempo su platillo comenzó a estar en boca de todos, pues comenzaron a interesarse por él medios locales y nacionales, hasta crearse los memes alrededor de dicho postre.
“No es nada descabellado, la gente lo puede tomar y decir que es una cochinada o aberración, pero está deliciosa. Dense la oportunidad de probar algo distinto, creo que si no nos arriesgamos a experimentar no vamos a conocer sabores diferentes”, expresa.