A la carne asada no se le puede decir que no. Es uno de los platillos más típicos del norte de nuestro país y de algunas partes del mundo como Argentina, región natal del fundador del icónico restaurante El Viejo Camilo, ubicado en la esquina de Avenida Universidad 399 en la colonia Narvarte de la Ciudad de México.
Se trata de una fusión gastronómica donde la especialidad es la parrillada, con jugosos cortes de carne, como bife de chorizo, arrachera, New York, rib eye, cowboy, picaña, T-bone, el famoso churrasco y las deliciosas fajitas, que no sólo se sirven al momento, sino que a causa de la pandemia, implementaron el servicio del envasado al vacío, es decir que venden estos productos ya preparados para cocinar desde la comodidad de tu hogar.
Desde hace dos años Camila Pérez, quien se ha preparado, literalmente, desde pequeña, ha tomado las riendas del lugar y busca que nuevas generaciones conozcan y se enamoren de la experiencia que sólo ahí se genera y por supuesto seguir con el legado que su papá, Raúl Pérez ha dejado.
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Camila, tiene dos diplomados Le Cordon Bleu en Suiza y se mete hasta la cocina para comprobar que la comida y bebidas sean cada día mejor.
“Somos una familia, el trabajo no sólo es mío, tenemos personal que ha trabajado con nosotros desde el día uno que mi papá fundó esto. Creo que eso es el secreto de nuestra cocina, sabores tradicionales y familiares”, dijo Camila a Aderezo.
El menú es extenso, cada uno de sus platillos es único y vale la pena conocer, comenzando por las empanadas, que van desde la de carne, elote con queso hasta la salteña -que es la favorita de muchos-, acompañadas con un tradicional chimichurri, después se puede elegir entre una variedad de sopas, como la de morita y flor de calabaza, y por supuesto las más conocidas que son jugo de carne, sopa azteca entre varias más. Así como ensaladas y guarniciones como papas fritas, chayotes gratinados o quesos.
Empanadas con chimichurri. Foto: Adrián Vázquez Queso gratinado. Foto: Adrián Vázquez
Y si de bebidas hablamos, la cerveza bien fría y de barril, no pueden faltar. También ofrecen sodas, aguas de sabor, coctelería y vinos.
“Hay mucho de donde escoger, desde algo para disfrutar a solas, hasta una grande para compartir con la familia o amigos, sumando los mejores cocteles y bebidas como nuestra famosa agua de horchata”.
Para los amantes de los postres, también hay opciones para ellos, desde una empanada de arroz, una crepa con dulce de leche o brownies.
“El Viejo Camilo es ese lugar que te hace sentir en casa, de verdad que llegas y no te quieres ir. Queremos seguir ofreciendo un espacio ameno para disfrutar de una deliciosa comida”, añadió Camila.
Como un asado no es asado sin la buena música y bebida, en el feudo que tiene más de 20 años de tradición, encontrarás todos los elementos necesarios para pasar una buena tarde.
De miércoles a sábado cuenta con shows en vivo, desde un imitador del maestro José José, para echarte un palomazo hasta los clásicos 80. Además es muy espacioso, cuenta con mesas dentro y fuera del lugar, hasta una enorme terraza para aquellos que les guste estar al aire libre.
“Yo definiría a la gastronómica de El Viejo Camilo como ecléctica, internacional, con sabores familiares y adaptables”.
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