Por Elizabeth Santana
México tiene zonas ricas en el cultivo de gran variedad de uvas. En el país se desarrollan cepas blancas como Chenin, Sauvignon Blanc y Macabeu y tintos como Pinot Noir, Gamay, Malbec y Cabernet Sauvignon, con lo que podemos clasificarnos dentro de los mayores productores de vino de Latinoamérica.
Además, el vino no sólo ofrece sabor, sino beneficios al organismo. Soy Vino Mexicano nos comparte algunos de ellos:
Bueno contra el colesterol. El vino tinto contiene polifenoles, entre ellos el resveratrol, rico en antioxidantes que, según la Clínica Mayo, nos ayuda a cuidar nuestros vasos sanguíneos debido a que evita la formación de coágulos y la reducción del llamado colesterol malo.
Óptimo para la salud cardiaca. El vino tinto también es rico en vitamina E que ayuda a limpiar nuestra sangre y los vasos sanguíneos, protegiendo nuestra salud cardiovascular.
Previene el desarrollo de cáncer. Al ser un antioxidante es un recurso natural capaz de bloquear el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama o pulmón.
Retarda el envejecimiento. Según la Escuela Médica de Harvard, el resveratrol, compuesto que se encuentra en la piel de las uvas tintas, retrasa el envejecimiento, por lo que podría ser una de las causas de longevidad en zonas con alto consumo de vino tinto, como el suroeste de Francia o Cerdeña.
Ayuda contra la depresión. Según un estudio efectuado por un equipo de varias universidades españolas detectaron que quienes tomaban entre dos y siete copas de vino a la semana, eran menos propensos a ser diagnosticados de depresión.
Favorece la lucha contra el sobrepeso. El vino tinto activa un gen que bloquea la formación de nuevas células de grasa y además permite estimular las existentes para depurarlas e ir eliminándolas progresivamente.
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