La tradición heladera de México siempre ha sido reconocida mundialmente por sus nieves de sabores frutales, así como su exploración en cada ingrediente local, es por ello que en esta ocasión nuestro país ha sido invitado a disputar la Gelato World Cup el próximo 25 de enero.
La competencia es un evento bienal que desde 2003 reúne a profesionales heladeros, pasteleros, chocolateros y escultores en hielo provenientes de todo el mundo para ofrecer una ocasión única de competición, un estímulo profesional.
Este año, el recorrido incluye cuatro etapas de selección que se disputarán en Catania, Roma, Cesena y Verona. En esta fase se clasificarán de 12 a 24 heladeros que competirán por el título en Rímini en el marco del Sigep 2024 el martes 23 de enero de 2024; los pasteleros concursarán el miércoles 25 de enero con inscripción directa.
El heladero y pastelero ganador formarán el equipo que participará en el GEC de enero de 2025 en Sigep, donde numerosos equipos europeos buscarán la entrada a la final del GWC de 2026.
Alejandro Nava Cuallo, chef repostero de Sempre Gelato, es uno de los integrantes del combinado mexicano que fue invitado por los propios organizadores de la competencia para participar.
“Participamos por invitación, Italia habló con la representante de aquí de México y le dijo que estuviéramos aquí, pues ya habíamos ido en otras ocasiones y esta me parece que es la quinta ocasión en la que va el país, pese a que no calificamos en la edición latinoamericana recibió la invitación directamente a Italia para para para participar en esta décima edición”.
Alex cuenta que sólo tuvieron dos meses para prepararse, pero el equipo va a concursar con objetivos claros y hacer un excelente papel.
El equipo mexicano es conformado por un chocolatero, un pastelero, un escultor de hielo y el capitán del equipo que es experto en heladería.
Gelato a la mexicana
Nava cuenta que el estudió gastronomía en el Claustro de Sor Juana, y se especializó en el área de la repostería mientras seguía estudiando.
Fue en su formación que conoció a un maestro heladero italiano que le enseñó a dominar el complejo arte del gelato, donde aprendió sobre las diferencias de temperatura, las consistencias, así como trabajar en frío, “posteriormente fui autodidacta, empecé a investigar por mi cuenta y continúe así”, esto porque pese a haber una gran tradición, no hay mucha profesionalización en el área.
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Fue así como después de trabajar en varios restaurantes fundó su emprendimiento en plena pandemia, Sempre Gelato; primero se dedicó a entregar a domicilio sus creaciones, con la dificultad que eso conlleva, “No sabía a lo que nos enfrentamos, pero fue realmente un salto de fe, que gracias a Dios salió bien y ahora, como marca, ya cumplimos tres años”.
Además cuenta que el secreto es la innovación, “no es fácil seguir en los gustos del cliente, porque siempre tienes que innovar, estar cambiando cosas, para tener consistencia con tu proyecto, obviamente sin perder la calidad“.
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