Las cantinas son un tesoro culinario e histórico de nuestro país, que con el paso del tiempo, se ha convertido en el lugar ideal para disfrutar de lo que nuestras tradiciones nos brindan, como un buen tequila derecho con una botana al centro, ya sea cacahuates, papas fritas o algún platillo para compartir.
Su concepto se ha renovado a uno más “contemporáneo”, en el que la propuesta gastronómica y de coctelería, se ha ampliado con recetas más elaboradas y sofisticadas, como la nueva cantina La Sotomayor, ubicada en el corazón de Polanquito, que brinda una experiencia para sentirte como en casa, destacando en su slogan la descripción “cantina tradicional mexicana en tiempos modernos”.
Está inspirada en las tradicionales cantinas mexicanas con puertas batwing, una barra de madera donde se sirven “tragos coquetos” y unas repisas de madera en las que se exhibe la ofertar de licores y destilados que ofrecen, además de contar con elementos simbólicos que representan al Reino de la Nueva Galicia, una zona territorial que abarca los estados de Nayarit y Jalisco que fue nombrada así en la época del virreinato.
Su interior está decorado con mobiliario en color rojo, tonalidad que se aprecia también en paredes. Y como en toda cantina, la música no puede dejar de sonar, pero en este aspecto, el lugar ofrece una selección de canciones actuales que incluye videos y para darle el toque más festivo, en el centro cuelga una enorme bola disco, que en la noche, invita a mostrar tus mejores pasos.
“La cantina es un lugar donde la gente puede ir a relajarse y disfrutar de una buena comida y
bebida. Es un lugar para reunirse con amigos y familiares, o simplemente pasar el rato y conocer gente nueva”, explicó el chef Jorge Avendaño, a Aderezo.
La cantina ofrece una variedad botanas de la casa y platillos tradicionales mexicanos, así como una amplia selección de aguas frescas. Entre las creaciones del chef destacan los tacos en varias versiones, desde costilla cargada con mole oaxaqueño y de camarón a la diabla, pecho de ternero al horno, hasta pulpo a la gallega, ensaladas y frijoles que sirven como guarnición, sólo por mencionar algunos y de barra completa, se puede disfrutar de cerveza y uno que otro coctel, creado por el mixólogo Braulio Hernández.
Y como una buena salsa no puede faltar, para empezar y como cortesía de la casa, te ofrecen cuatro tipos de salsas de diferente nivel de picor, que puedes probar acompañadas de unas tostadas bien crujientes, para abrir apetito.
“La idea es respetar el concepto de cantina, todos los platillos van al centro y para compartir, esto también permite, elegir más de uno y así probar varias creaciones, lo más importante es que disfruten cada bocado sin prisas, por que el ritual de una cantina es ese, pasar varias horas en el lugar y desconectándote de todo”, añadió el chef.
Por si fuera poco, y si todavía te quedó un “huequito”, puedes probar algunos de los postres, que van desde un flan casero, buñuelos con miel, hasta un esponjoso panqué de elote. “Todo está pensando para que se sientan satisfechos y regresen, porque en un lugar donde comes bien, no te quieres ir nunca”, finalizó Avendaño.
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