Por siglos, el arroz ha sido mucho más que un alimento básico; es el hilo conductor de culturas, el protagonista silencioso de platos que consuelan y deslumbran a partes iguales. En el Festival de los Arroces 2024, organizado por el Grupo Castellano, esta joya culinaria toma un lugar protagónico en un menú que resalta su capacidad de transformar lo cotidiano en extraordinario. A partir de noviembre y hasta el 10 de diciembre, este evento estará disponible en los cuatro restaurantes insignia del grupo, Centro Castellano, Torre de Castilla y Vega.
Diseñado por el chef ejecutivo Mauricio López Suárez, con la colaboración especial del chef Manuel Victoria, el festival celebra la versatilidad de este grano. Desde arroces melosos hasta platos más secos, el menú es un homenaje a la textura y el sabor. Los chefs invitan a los comensales a redescubrir las posibilidades infinitas del arroz, utilizando como base el arborio, conocido por su grano grande y capacidad de absorber sabores.
¡Ya estamos en WhatsApp! Recetas, comida y muchas recomendaciones culinarias podrás encontrarlas en nuestro nuevo canal. Únete aquí.
Lo que puedes probar
Uno de los platos más memorables es el arroz caprese, una combinación inesperada de burrata cremosa, jitomates deshidratados y jamón ibérico que evoca la frescura de la cocina mediterránea con un toque de opulencia española. Por otro lado, el arroz del pulpeiro, servido con un alioli de limón, es un tributo al norte de España. El pulpo, tierno pero firme, se enriquece con el alioli, que aporta un equilibrio perfecto entre cremosidad y acidez.
El arroz meloso con carrillada de res es una experiencia en sí mismo. La carne, cocinada lentamente hasta alcanzar una textura que se deshace en la boca, se combina con alcachofas de Tudela confitadas y foie gras, logrando un plato que es puro lujo. Pero si de audacia se trata, el arroz con sobrasada de cerdo pelón, lobina rayada y calamares fritos demuestra que lo tradicional puede reinventarse. La intensidad de la sobrasada contrasta con la delicadeza de los mariscos, muy para amantes de las texturas.
Te puede interesar:
- ¿Muy fanático del arroz? Puedes ir a probar casi 10 versiones distintas en un festival en CdMx
- En Mazatlán el sushi es más sabroso; te contamos de una versión con camarón y salmón
- El lugar con el capuchino más espumoso del mundo, ¡alcanza hasta 3 cm de alto!
Los fanáticos de los sabores herbales no querrán perderse el arroz verde con bacalao, almejas y huevo pochado. Las notas frescas de las hierbas se complementan con la salinidad natural del bacalao y el toque sedoso del huevo. Y para quienes buscan un guiño a lo clásico, la paella mar y tierra, que combina rib eye con camarones, es un recordatorio de por qué este plato es un símbolo de convivencia y generosidad.
En el lado más atrevido del menú destaca el arroz marea negra, una obra maestra de este cereal encostrado con tinta de calamar, acompañado de vieras delicadas, gambas jugosas, pulpo tierno y mejillones frescos. El plato se corona con un alioli de piquillos que añade un toque ahumado y ligeramente dulce, equilibrando los sabores marinos con una textura cremosa que abraza cada grano.
Para acompañar…
El festival no solo cuida los sabores en el plato, sino también los detalles en la copa. Tres opciones de vino han sido cuidadosamente seleccionadas para acompañar los diferentes platos. Como aperitivo, el Aperol de mandarina, una bebida de temporada que aprovecha la última cosecha de esta fruta cítrica, ofrece un respiro refrescante.
El cierre del menú, completa este gran espectáculo, una tarta cremosa de chocolate, servida con helado de Nutella y avellanas tostadas, transforma el postre en un acto de indulgencia calculada. La riqueza del chocolate se equilibra con la textura crujiente de las avellanas y la suavidad del helado, dejando un recuerdo dulce que se alinea perfectamente con la experiencia gastronómica del festival.
El Festival de los Arroces 2024 es una invitación a explorar su versatilidad y su papel fundamental en la cocina global. En manos de chefs talentosos como López Suárez y Victoria, el arroz deja de ser un simple acompañamiento para convertirse en un lienzo donde se pintan los sabores más complejos y memorables.