Tras el cierre de su restaurante Carmela & Sal, ubicado en Torre Virreyes, la chef mexicana Gaby Ruiz decidió crear un espacio especial, donde pudiera generar su propuesta culinaria con las medidas de seguridad necesarias y para cierto número de comensales.
Así surgió Bruja Luna, un exclusivo recinto ubicado en Lomas de Chapultepec donde nos recibió para contarnos sus orígenes y los misterios que hay detrás de su pasión por la cocina. Y actualmente, aun con la reapertura de su feudo, este sitio sigue funcionando para ocasiones especiales.
“Bruja Luna nace con la pandemia, cerramos el restaurante, analizamos las cosas y decidimos arriesgarlo todo para abrir este lugar el cual está disponible para hacer videos con los medios u ocasiones especiales. Es una especie de restaurante secreto”.
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La chef dice que el origen del nombre del lugar surgió a partir de un encuentro misterioso con una comensal.
“No recuerdo su nombre, pero una señora me llamó a su mesa, me dijo que era vidente y que en otra vida yo curaba con plantas y hierbas, me dijo que lo traía en la sangre y lo apliqué y desde entonces me creí bruja”, dice la chef con risas.
El encuentro con la chef en Bruja Luna, fue con motivo de la presentación del nuevo lanzamiento de la firma Oster, la licuadora de control de textura que permite personalizar al gusto la consistencia de jugos y licuados hasta salsas y sopas.
Empleando esta innovación, Ruiz preparó un refrescante Jugo de coco con piña, el cual dice, es ideal para el desayuno la comida o un coctel. La bebida es a base de piña, leche de coco, cúrcuma, jengibre y miel.
Asimismo, preparó una crema de coco con elote, que incluía un pequeño tamal al centro.
Para el plato fuerte, consintió los paladares de los invitados con un puré de coliflor con coco, que fue la base de un robalo con encurtidos y piñones.
Sabores con historia
Como parte de sus conocimientos en el mundo de la cinestesia (conjunto de sensaciones de origen muscular o articulatorio) la experta preguntó a cada invitado sobre la historia que pudieran crear de cada platillo.
Algunos compararon los platillos con en el amor de una pareja por su consistencia y contraste de sabores y hasta lo que pudieran ser los momentos complicados y fuertes de una relación, ingrediente extra que fue la salsa macha.
A su vez, Gaby dice que cocina canciones, se trata de una simbología creada por ella para cada sabor.
La acidez es picuda, lo amargo redondo y picudo, estas figuritas las ponemos en cada estrofa de la canción. Lo hemos hecho con artistas como Miguel Bosé, Lila Downs, Catalina García, “la voz de esta última sabe a piloncillo pero disuelto en agua”, afirma la chef.
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