Si al llegar a cualquier establecimiento de licores te das cuenta de que el precio de las botellas de vino nacional superan con creces al que viene de Europa (España, por ejemplo) y buscas alguna botella que quizá sea más barata, pero no la encuentras, seguramente acabarás comprando algo más genérico. Ante ello surge la gran pregunta de por qué es tan caro el vino mexicano y si en realidad lo vale. Hablaremos del asunto con un recorrido a través de él.
Si bien nuestro país no está a la altura de producción de gigantes vinícolas como Francia, Italia y España, ha comenzado a emerger como un lugar de alta calidad. La viticultura en México no es nueva; de hecho, tiene raíces que se remontan a la época colonial, pero en las últimas décadas ganó reconocimiento.
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El cultivo de la vid en el país comenzó en el siglo XVI con la llegada de los españoles, quienes introdujeron diversas variedades de uva. La región del Valle de Guadalupe, en Baja California es el corazón de la industria vinícola mexicana y a lo largo de estos años, la productividad ha evolucionado desde la simple elaboración de este para consumo nacional hasta la creación de etiquetas que compiten en calidad con los mejores del mundo.
En 2022, la producción alcanzó aproximadamente 3.2 millones de litros, hay un interés genuino en esta bebida entre los consumidores mexicanos, lo que son buenas noticias.
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El futuro vitivinícola
En los últimos años, han sido premiados en competiciones internacionales, lo que ha contribuido a elevar su estatus y reputación en el mercado global. Por ejemplo, en el Concurso Mundial de Vino de Bruselas 2022 (México Selection), varios obtuvieron medallas de oro y plata.
Asimismo, la exportación ha crecido,especialmente hacia Estados Unidos y Canadá. En el año 2021, alcanzaron aproximadamente 900 mil litros. Sin Embargo, para poder seguir creciendo y evolucionando, el brebaje mexicanorequiere lo siguiente:
Innovación y sustentabilidad. La industria vinícola debe adoptar prácticas sostenibles, lo que podría mejorarla calidad y reducir costos a largo plazo. Al incluir tecnologías innovadoras también puede abrir nuevas oportunidades para el mercado nacional en este rubro.
Enoturismo. Esta actividad está ganando terreno en México, y muchas bodegas invierten en experiencias para los visitantes. Esto no solo lo promueve, sino que también estimula la economía local y atrae a turistas internacionales.
Cultura vitivinícola. A medida que más consumidores se interesan por el vino mexicano, es esencial que haya una educación adecuada sobre la diversidad y calidad de los nacionales. Esto incluye la promoción de este a través de maridajes, así como la historia y la cultura que rodea a cada etiqueta.
Mercados internacionales. Este sector tiene la oportunidad de expandirse hacia nuevos mercados, especialmente en Asia y Europa. A medida que los consumidores se diversifican, hay un creciente interés en probar de lugares menos conocidos.
Denominación de origen. Uno de los temas fundamentales para afianzar la posición, así como establecer un sistema geográfico y de calidad. Actualmente no existe una delimitación clara que nos indique las zonas geográficas de procedencia de la bebida, ni tampoco tenemos reglas claras en cuanto a la calidad de la industria.
El vino nacional tiene un potencial inmenso, pero también tiene un largo camino que recorrer: desde la accesibilidad de precio, hasta normativas y canales de distribución.
Ideas para potenciarlo
Primero establecer un sistema de denominación de origen geográfico y de calidad del vino mexicano es lo primero a considerar. Actualmente no existe una delimitación clara que nos indique las zonas geográficas de procedencia de la bebida, ni tenemos reglas en cuanto a la calidad. Si vemos una botella nacional, no hay forma de saber si es buena o mala.
El segundo asunto que tenemos que tomar en consideración es el costo. Si bien es cierto que los impuestos que paga esta bebida son elevados, el costo general por botella supera el promedio del planeta, haciendo difícil para el consumidor el poder justificar el consumo de este: ¿por qué comprarlo en México si hay de otros países mucho más barato? Por la calidad, la especificidad,la diferenciación, etc. Pero si su costo excede el promedio, será complicado posicionar el producto.
La tercera cosa a cambiar es la cultura popular respecto de esta bebida en nuestra nación. Así como mencioné al inicio que los mexicanos nos sentimos profundamente orgullosos de nuestro tequila y mezcal, yo pienso que tenemos que estar igualmente felices porque la calidad de este fermentado mexicano, que compite con otros lugares y otros países al más alto nivel. Pero tenemos que modificar la asociación que hacemos del producto como uno exclusivo. Todo lo contrario. Tenemos una bebida que vale la pena promocionar en el mundo.
Por qué es costoso
Estos son algunos factores que influyen en el precio del producto mexicano
Producción limitada. Aunque la viticultura en México ha crecido, la creación sigue siendo limitada en comparación con otros países
Clima y geografía. Las condiciones en muchas regiones vinícolas, como el Valle de Guadalupe, son ideales para el cultivo de uvas de alta calidad, pero conllevan riesgos. Heladas y sequías pueden afectar e impactar en el precio. Además, las tierras cultivables son escasas y costosas; hay que añadir los pocos subsidios y apoyos del gobierno
Enfoque en la calidad. Muchas bodegas locales se enfocan en la confección de calidad, utilizando técnicas de vinificación tradicionales y modernas. Esto implica una inversión significativa en tiempo y recursos, lo que se traduce en un costo mayor para el consumidor
Distribución. A medida que la industria mexicana ha crecido, también lo ha hecho la necesidad de una buena estrategia de marketing y distribución. Las bodegas invierten en branding, presentaciones y estrategias de exportación, lo que también contribuye al precio final de la botella
Impuestos. El producto nacional paga una alta cantidad de impuestos, lo que contribuye y empuja su precio al alza, haciéndolo menos accesible para los consumidores