En tiempo de vacaciones en el área educativa y algunas vacaciones laborales, la mejor opción para hacer turismo y tomar un descanso fuera de la ciudad es visitar una casa vinícola, paraísos al aire libre y con mucha sana distancia.
México cuenta con grandes atractivos turísticos, entre los que se encuentran las Rutas del Vino, una experiencia integral que combina aprendizaje, cultura, paisajes naturales, gastronomía y, por supuesto, la degustación de los mejores vinos nacionales.
Actualmente, la producción de esta bebida se lleva a cabo en 14 estados y cada día se expande más. Por esta razón y para prevenir con tiempo las vacaciones de verano, Soy Vino Mexicano, proyecto que reúne a toda la cadena productiva de vinos nacionales con el objetivo de educar, promover y fortalecer la cultura vitivinícola, recomienda tres viñedos para visitar durante esta temporada.
Vinicola Tres Raíces (Dolores Hidalgo, Guanajuato) El Bajío mexicano con sus condiciones geográficas y climáticas permitió que las vides traídas de Francia respondieran de manera única con lo que las uvas que se han cosechado permiten la creación de vinos únicos que pueden ser disfrutados tanto en el hotel boutique como en el restaurante Terruño.
Ubicada en la cuna de la Independencia Nacional, la casa vinícola Tres Raíces se enfoca en crear vinos auténticos y de calidad mundial. Forma parte activa del enoturismo, por lo que ofrece cuatro tipos de recorridos para conocer el proceso de elaboración de sus vinos de la mano de expertos.
Entre las actividades que forman parte de los recorridos están las catas y también la degustación de un menú maridaje de tres o cinco tiempos, diseñado por el chef Omar Nahed. En el restaurante, las comidas son preparadas cuidadosamente y con productos de la región.
En tanto, Tres Raíces Hotel Boutique ofrece lujosas suites con amenities en módulos independientes con servicio a la habitación; jacuzzi y piscina. Además cuenta con bicicletas para que los visitantes recorran las instalaciones y admiren los hermosos campos de vides y espectaculares montañas. Una experiencia inolvidable.
Pozo de Luna (San Luis Potosí) La casa vinícola Pozo de Luna queda a 15 minutos del centro histórico de la ciudad de San Luis Potosí. Es un viñedo de aproximadamente 15 hectáreas. Tiene el control de todo el proceso del vino, desde la plantación de la vid, su paso por la bodega y su reposo en botella.
Al visitarla se pueden recorrer los viñedos, la cava, la zona de producción y catar los vinos, incluso probar productos gastronómicos locales que sorprenden gratamente por su sabor. Asimismo, con el fin de brindar una experiencia placentera y segura, se recomienda realizar reservación.
Para más información visita su sitio oficial: pozodeluna.mx
Finca La Carrodilla (Valle de Guadalupe) Esta es una vinícola de nueva generación en el ejido El Porvenir, en el Valle de Guadalupe. La Carrodilla cuenta con cuatro vinos monovarietales (Chenin Blanc, Shiraz, Cabernet y Tempranillo), mostrando con ellos la finura de lo que ofrece la vid en su máxima expresión, además de un Tinto joven (mezcla de tres monovarietales) y un vino Premium (mezcla bordelesa).
La vinícola es reconocida gracias a sus técnicas propias de biodinámica, una disciplina enfocada en el cuidado de la naturaleza y agricultura sustentable.