Los mexicanos sabemos que el recalentado es casi un ritual sagrado. Ya sea el pavo de Navidad, los tamales del cumpleaños de la tía o esa sopa que sigue viva en el refrigerador, el recipiente en el que guardamos nuestras sobras importa más de lo que pensamos. Y no, no se trata solo de que tu tupper se derrita en el microondas, aunque eso también es un problema real. Entonces, ¿cuál es el mejor material para preservar tus alimentos y, de paso, evitarte un susto de salud?
¡Ya estamos en WhatsApp! Recetas, comida y muchas recomendaciones culinarias podrás encontrarlas en nuestro nuevo canal. Únete aquí.
El vidrio, un clásico moderno
Si creciste en una casa donde las sobras se guardaban en frascos de vidrio, felicidades, tus padres estaban adelantados a su tiempo. El vidrio es un material inerte, lo que significa que no reacciona con los alimentos ni libera sustancias químicas, incluso cuando lo calientas. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), esto es clave para evitar la contaminación por productos tóxicos como el bisfenol A (BPA), un compuesto presente en algunos plásticos que puede filtrarse a los alimentos.
Además de ser seguro, el vidrio también es estéticamente superior. Es transparente, lo que te permite identificar fácilmente qué sobras tienes sin abrir una decena de tapas. Y no olvidemos que es 100% reciclable, lo que lo convierte en una opción sostenible. Pero cuidado, el vidrio es pesado y frágil, lo que lo hace menos práctico para transportar.
Te puede interesar:
- Roscas temáticas en CdMx: Capibaras, ajolotes, michis, ternurines y más
- De pavo, pierna, puré: Tortas que puedes hacer con el recalentado
- Consejos para evitar subir de peso en diciembre
El plástico, el villano reformado
El plástico ha sido el recipiente favorito durante décadas, pero también el más controvertido. Aunque los fabricantes han reducido el uso de BPA, la FDA advierte que incluso los plásticos “libres de BPA” pueden liberar sustancias tóxicas al calentarse. Esto incluye tanto el microondas como el congelador, donde las temperaturas extremas pueden desestabilizar el material.
Dicho esto, no todos los plásticos son malos. Si optas por esta opción, busca recipientes etiquetados como aptos para microondas y libres de BPA. Recuerda también desechar aquellos que presenten grietas o decoloraciones, signos de que ya han cumplido su vida útil.
El acero inoxidable
Es una joya poco conocida en el mundo del almacenamiento de alimentos. No libera sustancias tóxicas y es extremadamente duradero. Además, su capacidad para mantener la temperatura lo hace ideal para transportar sopas o guisos. Sin embargo, no es apto para microondas, lo que puede ser un inconveniente.
La batalla por el mejor sabor
Los recipientes también afectan el sabor y el olor de tus alimentos. Esto ocurre porque algunos materiales, como el plástico, pueden liberar compuestos químicos o absorber olores fuertes, alterando las propiedades de los alimentos. En cambio, materiales como el vidrio y el acero inoxidable son más neutros, manteniendo los sabores y olores originales. Mientras que el vidrio no absorbe olores ni colores, el plástico tiene una mala reputación en este aspecto. Si alguna vez has pescado en un tupper, sabes de lo que hablamos. El acero inoxidable, por su parte, no retiene olores, pero su falta de transparencia puede hacer que olvides qué tienes almacenado.
Consejos prácticos para el recalentado perfecto
-Refrigera rápido: La FDA recomienda refrigerar las sobras dentro de las primeras dos horas para evitar la proliferación de bacterias.
-No sobresatures el refrigerador: Asegúrate de que el aire circule libremente para mantener una temperatura uniforme.
-Etiqueta y rota: Usa etiquetas con fechas para evitar que las sobras se conviertan en ciencia experimental.
-Recalienta solo lo que vas a consumir: Cada ciclo de calentamiento afecta la calidad y la seguridad de los alimentos.
Entonces, ¿cuál gana? La respuesta depende de tus necesidades. Si priorizas la seguridad y el medio ambiente, el vidrio es tu mejor opción. Si buscas ligereza y practicidad, el plástico puede ser adecuado, pero úsalo con precaución. Y si lo tuyo es la durabilidad, el acero inoxidable nunca te fallará.