La investigadora Carolina López Ruvalcaba señala la urgencia de hablar sobre los atracones de comida, que desde el inicio de la pandemia por Covid-19 comenzaron a registrar aumentos y alcanzar a personas cada vez más jóvenes.
En entrevista da a conocer que el trastorno por atracón está ligado a la ansiedad y a la pérdida de control, con aumento en la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, por mencionar algunas.
También puedes leer:
- ¿Problemas de estreñimiento? Mejora tu digestión con fibra
- ¿Sientes lo que comes? De eso se trata la alimentación intuitiva
- Conoce la diferencia entre probióticos y fermentados
De los trastornos alimentarios, revela que el menos tratado es el de atracón, pero ya está incluso por arriba de la bulimia y la anorexia, y se presenta por igual en hombres y mujeres.
De visita en Xalapa, la investigadora del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional puntualiza que es importante saber identificar el trastorno.
Aunque los atracones suelen aparecer entre personas de 15 a 30 años, se ha identificado ya en estudiantes de secundaria, señala.
La especialista explica que hay personas de buen apetito, pero hay quienes presentan una condición que les hace ingerir generalmente una cantidad de comida mucho mayor de lo normal.
La principal alerta, anota, es que esa ingesta excesiva no responde a una sensación de hambre sino a situaciones de ansiedad, malestar e inestabilidad emocional.
Añade que cuando se trata de algo emocional, el hambre aparece repentinamente, está dirigida a un tipo de comida con alta cantidad de calorías, la persona sigue comiendo aunque ya esté saciada y presenta culpabilidad al dejar de comer.
Para poder hacer la comparación, detalla que el hambre física es gradual, se consume cualquier tipo de comida, se detiene al estar saciado y no hay culpabilidad.
Está la sugerencia de medir los niveles del atracón, pues el leve incluye tres atracones por semana; el moderado, de cuatro a siete, y el grave, de ocho a 13 por semana.
“En el atracón la gente come sin control y, a diferencia de otros trastornos, la persona no intenta compensar con ayuno, ejercicio excesivo o con vómito o uso de diuréticos o laxantes”.
Fluctuaciones de peso, atracción por dietas de moda, preocupación extrema por el peso y la forma de cuerpo, robar o acaparar comida y comer en secreto es algo que no se debe dejar pasar, indica.
La sugerencia, en situaciones leves, es hablarlo y optar por alimentación balanceada, hacer ejercicio y realizar actividades recreativas; en caso de estar en condición moderada o grave, la recomendación es acudir con el médico y comunicar las sospechas para que determine el siguiente paso.
Si quieres actualizarte sobre las novedades gastronómicas, no olvides escuchar nuestro Podcast de Aderezo que ya se encuentra disponible:
Te invitamos a visitar nuestro perfil de Instagram: